Los productores denuncian que la política implementada por el Gobierno contribuyó a que un 20% de los pequeños y medianos establecimientos desaparezcan.
A poco más de 10 días de la visita del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, a la Argentina, donde firmó acuerdos bilaterales para la importación de carne de cerdo, la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (FEBA) expresó su preocupación por lo que considera generará una situación aún más crítica que la que ya viven los productores porcinos de la provincia.
Al respecto, la Federación graficó que en lo que va del año la importación de carne de cerdo aumentó más de un 100% comparado contra el año pasado, y que la política implementada durante el primer semestre contribuyó a que un 20% de los pequeños y medianos productores porcinos de Buenos Aires debieran dejar su actividad.
Según la entidad, los acuerdo con Canadá representan un peligro para la continuidad de la mano de obra nacional: “Representa un peligro al introducirse productos que están subvencionados en sus países de origen, que corren el riesgo de perder la cadena de frío al ser vendidos en góndola muchas veces como carne fresca con una fecha de vencimiento perentoria y que hacen peligrar el sobresaliente status sanitario argentino”, expresó el sector de producciones intensivas (Febapri) de FEBA, quien trabaja para el desarrollo del sector porcino junto a la Asociación de Pequeños y Medianos Productores Porcinos de la Provincia de Buenos Aires (Aproporba).
Los datos aportados por el Senasa confirman las preocupaciones.
De enero a septiembre (último dato disponible) de este año, las importaciones de porcinos alcanzaron un total de 10.898 toneladas, contra unas 5340 toneladas que se importaron en el mismo período de 2015. La particularidad de la situación es que de un año a otro, los volúmenes se duplicaron pero lo hicieron de una menor cantidad de países: en 2015 se importó cargas desde unos 10 países distintos, mientras que este año llegaron desde ocho países (en el caso de Canadá sería el noveno, lo que se concretaría hacia agosto de 2017). Brasil se posiciona como el principal exportador hacia la Argentina, con un porcentaje de participación cada vez más alto: en 2015 representaba el 62% del total, mientras que este año aporta el 82% de lo importado.
Si bien no se precisaron los alcances del acuerdo, ya desde la Asociación Argentina de Productores de Porcinos (AAPP) expresaron su posición reclamando igualdad de condiciones: “Canadá aportó el año pasado más de u$s 65 millones al sector porcino en subsidios, tienen una línea crediticia de tasas bajísimas y a largo plazo, utilizan herramientas tecnológicas que nosotros no podemos usar y después nos dicen que debemos competir”, afirmó Juan Luis Uccelli, Presidente de la AAPP. En el comunicado emitido por la entidad, que se titula “Ayudando a las familias de Canadá”, cierra afirmando: “Argentina, el país que ayuda a los productores de porcinos y sus familias de Brasil, Dinamarca y próximamente Canadá”.
Al respecto, la Federación graficó que en lo que va del año la importación de carne de cerdo aumentó más de un 100% comparado contra el año pasado, y que la política implementada durante el primer semestre contribuyó a que un 20% de los pequeños y medianos productores porcinos de Buenos Aires debieran dejar su actividad.
Según la entidad, los acuerdo con Canadá representan un peligro para la continuidad de la mano de obra nacional: “Representa un peligro al introducirse productos que están subvencionados en sus países de origen, que corren el riesgo de perder la cadena de frío al ser vendidos en góndola muchas veces como carne fresca con una fecha de vencimiento perentoria y que hacen peligrar el sobresaliente status sanitario argentino”, expresó el sector de producciones intensivas (Febapri) de FEBA, quien trabaja para el desarrollo del sector porcino junto a la Asociación de Pequeños y Medianos Productores Porcinos de la Provincia de Buenos Aires (Aproporba).
Los datos aportados por el Senasa confirman las preocupaciones.
De enero a septiembre (último dato disponible) de este año, las importaciones de porcinos alcanzaron un total de 10.898 toneladas, contra unas 5340 toneladas que se importaron en el mismo período de 2015. La particularidad de la situación es que de un año a otro, los volúmenes se duplicaron pero lo hicieron de una menor cantidad de países: en 2015 se importó cargas desde unos 10 países distintos, mientras que este año llegaron desde ocho países (en el caso de Canadá sería el noveno, lo que se concretaría hacia agosto de 2017). Brasil se posiciona como el principal exportador hacia la Argentina, con un porcentaje de participación cada vez más alto: en 2015 representaba el 62% del total, mientras que este año aporta el 82% de lo importado.
Si bien no se precisaron los alcances del acuerdo, ya desde la Asociación Argentina de Productores de Porcinos (AAPP) expresaron su posición reclamando igualdad de condiciones: “Canadá aportó el año pasado más de u$s 65 millones al sector porcino en subsidios, tienen una línea crediticia de tasas bajísimas y a largo plazo, utilizan herramientas tecnológicas que nosotros no podemos usar y después nos dicen que debemos competir”, afirmó Juan Luis Uccelli, Presidente de la AAPP. En el comunicado emitido por la entidad, que se titula “Ayudando a las familias de Canadá”, cierra afirmando: “Argentina, el país que ayuda a los productores de porcinos y sus familias de Brasil, Dinamarca y próximamente Canadá”.
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