El comercio mundial de carne bovina ascendería a 9.439 miles de toneladas en 2016 impulsado por la demanda de las economías asiáticas, de acuerdo a estimaciones del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA). Este valor, si bien refleja una merma de 500 mil tn con respecto al máximo alcanzado en 2015, se enmarca en un contexto global de retracción de los flujos de comercio internacional frente al débil crecimiento de las economías centrales.
Sin embargo, desde una perspectiva de largo plazo, el mercado mundial de la carne bovina experimento un crecimiento acelerado desde principios de siglo. Así, entre el año 2000 y 2016, las exportaciones registraron un crecimiento acumulado del 60%, a una tasa promedio del 3% anual.
Según el informe elaborado por CREA, sobre la base de los datos publicados por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, en 2016, apenas cuatro países concentraron los dos tercios de las exportaciones mundiales: India, Brasil, Australia y EE.UU.
En su conjunto, se estima que los envíos de carne bovina de estos países sumarán 6.200 miles tn. A fines de año. Sin embargo, la participación de estas economías en el comercio mundial mostro un comportamiento disímil en los últimos años.
Países como Brasil e India desplazaron a EE.UU y Australia como principales países exportadores. Sin duda, el desempeño más destacado fue de la India, que en 2016 aportará 1.850 miles tn, equivalente al 19,6% de las exportaciones mundiales. En los últimos 16 años, los envíos de carne vacuna india se quintuplicaron, lo que le permitió a este país escalar del noveno al primer puesto del ránking.
El notable incremento de las exportaciones indias, que se expandieron a una tasa promedio del 11% anual entre 2000 y 2016, se explica por la creciente demanda de productos de bajo valor unitario en países de Oriente Medio, África y el Sudeste Asiático.
Por su parte, en 2016 Brasil exportará un volúmen similar al de India (1.850 miles tn). Los envíos de carne vacuna de este país, exhibieron un importante dinamismo desde el año 2000, expandiéndose a una tasa media de 8,7% anual.
A diferencia de India, las exportaciones de Brasil se encuentran altamente diversificadas, con envíos a más de 130 países en 2016. Esto se debe a que la economía del gigante sudamericano tiene acceso a mercados con mayores requerimientos fitosanitarios y de calidad como la Unión Europea (UE) y Rusia, lo que le permite mantener una posición dominante en estos mercados.
En 2016 se estima que las exportaciones de EE.UU alcanzarán las 1.120 miles tn, mientras que las de Australia en serán de 1.390 miles tn, ambos valores similares a los registrados en el año 2000. Como resultado, ambas economías perdieron posiciones en el ránking mundial de exportadores en los últimos 16 años, pasando a representar el 11,9% y 14,7% de mercado mundial respectivamente.
El podio de los principales 10 exportadores mundiales durante 2016 se completó con Nueva Zelanda (580 miles tn), Canadá (430 miles tn), Paraguay (390 miles tn), Uruguay (385 miles tn), UE (330 miles tn), México (228 miles tn).
Argentina descendió cuatro puestos desde el año 2000, posicionándose en el puesto número 11, con una exportación de carne estimada de 210 miles tn. En relación a las importaciones, la demanda mundial de carne vacuna se encuentra fuertemente concentrada en un grupo de países, en su mayoría de alto poder de compra.
Así, en 2016 tan sólo 11 mercados explican tres cuartos de las importaciones, que se estiman en 7.670 miles tn. A la cabeza se ubica Estados Unidos, con una demanda externa de 1.370 miles tn, equivalente al 17,9% de las importaciones globales.
En segundo lugar se encuentra China, con una demanda externa de carne bovina que alcanzó las 825 mil tn, concentrando el 10,8% de mercado. El mercado chino registro un crecimiento exponencial desde principios de siglo, reflejando el surgimiento de una clase media urbana pujante con ingresos per cápita que le permiten acceder a alimentos con mayor contenido proteico, sustituyendo el consumo de alimentos básicos como derivados del trigo y la soja.
En efecto, las importaciones chinas de carne vacuna se multiplicaron 50 veces desde el año 2000, verificando una tasa de crecimiento media del 23,3% anual. El análisis del mercado internacional permite observar la contracción de las importaciones de las economías desarrolladas (EE.UU, UE y Japón) desde principios de siglo en contraste con el fuerte la economía asiática.
Así, las economías asiáticas de alto crecimiento lideraron la expansión mundial del mercado de la carne destacándose, además de China, el crecimiento de las compras externas por parte de Hong Kong, Corea del Sur, ASEAN, Arabia Saudita e Irán.
Por último, al analizar la evolución de las exportaciones argentinas desde el año 2000 en adelante, observamos una fuerte contracción de las mismas en contraposición con el comportamiento del resto de los países que conforman el Mercado Común de Sur (MERCOSUR). Luego de un período de crecimiento acelerado entre 2000 y 2005, los envíos externos de carne argentina verificaron una baja sostenida durante la última década debido a la imposición de restricciones a al comercio exterior implementadas con el fin de acotar el impacto del incremento en el precio internacional de la carne sobre el mercado local.
Como resultado, las exportaciones se contrajeron en más de un 40% entre 2006 y 2016. La caída en las exportaciones argentinas fue acompañada por la pérdida de participación en mercados clave como la UE y Rusia, que pudo ser suplida, en parte, por el incremento de las exportaciones con destino a China. De esta manera, en 2016 se estima que los envíos de carnes frescas al gigante asiático representarán el 37% de las exportaciones sumando 52,2 miles de toneladas.
En segundo lugar se ubica Chile, destino del 17% de las exportaciones, seguido por Israel (15%) y Alemania (12,8%). De acuerdo al último informe del mercado de la carne, publicado por el USDA, la producción y las exportaciones argentinas crecerán durante 2017 debido a que la liberalización del régimen cambiario y la eliminación de las retenciones a la exportación de carne impulsan a los productores ganaderos a recomponer sus stocks e incrementar el peso medio de faena.
En este contexto, el desarrollo del sector exportador argentino de carne vacuna dependerá en buena medida de que puedan alcanzarse acuerdos comerciales fructíferos con los principales países importadores, con especial eje en aquellos mercados de crecimiento acelerado que dominarán el escenario global durante la próxima década.
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