Las máximas autoridades del país asistieron a la comida por los 150 años de la Sociedad Rural Argentina; hubo un nutrido contingente de funcionarios de los tres poderes y empresarios
La celebración por los 150 años de la Sociedad Rural Argentina fue un éxito social y, también, de alto impacto político. Es muy difícil de imaginar que cualquiera de las entidades de productores de países competidores como los Estados Unidos, Brasil, Australia o cualquier estado europeo, pueda llegar a convocar en una noche a sus presidentes, vicepresidentes, ministros y gobernadores para un festejo.
Acorde con un año que no da tregua en lo climático, una copiosa lluvia se hizo sentir a las 20 del pasado lunes para complicar el acceso de los 800 invitados. En especial a las mujeres, que decidieron vestirse de largo para no desentonar con el atuendo de la anfitriona, María de Marcos de Etchevehere y la primera dama, Juliana Awada.
En la recepción, antes de pasar a las mesas dispuestas en el Pabellón Rojo, por la sobrepoblación de invitados por metro cuadrado la cuestión estuvo apretada. Fue casi un cara a cara o un cuerpo a cuerpo donde las bandejas de los mozos con bocaditos, empanadas y bebidas circularon a duras apenas y serias dificultades.
Así, para el acceso directo a cualquier ministro del gabinete nacional fue cosa de empujar un poco, entre la multitud, para entablar una charla.
Estuvieron Rogelio Frigerio (Interior), Guillermo Dietrich (Transporte), Patricia Bullrich (Seguridad), Andrés Ibarra (Modernización) y Esteban Bullrich (Educación). Por la altura de este último, el riesgo consistía en agarrarse una tortícolis de cuello.
Ricardo Buryaile, ministro de Agroindustria, además de llevar a todos sus secretarios y subsecretarios, se sintió como en su casa y departió bromas con todo el mundo. Algunas tuvieron un retruque inesperado como la cargada a la colorida corbata de un conocido agricultor de Pergamino. “¿Me la regalás?” preguntó. “Si, te regalo dos cuando elimines las retenciones a la soja”, le respondieron.
Entre los funcionarios de Buryaile estuvieron muy solicitados el secretario de Agricultura Ricardo Negri (h), el secretario de Agregado de Valor, Néstor Roulet, y la secretaria de Mercados Agroindustriales, Marisa Bircher. Además, en una semana caliente por el conflicto lechero, tras el portazo de varias entidades en una reunión en Agroindustria, también estuvo demandado el subsecretario de Lechería, Alejandro Sammartino.
Los que no se perdieron el convite fueron los gobernadores Juan Manuel Urtubey (Salta), Juan Manzur (Tucumán), Ricardo Colombi (Corrientes) y Miguel Lifschitz (Santa Fe), que llegaron puntuales a la cita en la Rural. También asistió el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti.
La presencia de Mirtha Legrand, que confirmó personalmente la invitación, fue una de las más comentadas de la noche. Además, se pudo ver al ex presidente Fernando De la Rúa, a la ex ministra de Desarrollo Social Graciela Fernández Meijide y el ex ministro de Economía, Roque Fernández.
Ya con todos los invitados sentados en sus mesas previamente asignadas, llegó el presidente Mauricio Macri sonriente, pero con rastros del trajín por los festejos del bicentenario. Le tocó el turno de brindar con un fuerte “Viva la Patria” luego de recomendar bajar la calefacción para gastar menos gas. En rigor, en un día donde había pedido reducir al mínimo el consumo de energía, afirmó: “Hace un poco de calor, estamos desperdiciando energía”. Luego, repitió su fuerte compromiso y expectativa con el campo.
Antes, el presidente de la entidad, Luis Miguel Etchevehere, había realizado un recorrido histórico de los 150 años del país y de la entidad. No leyó su discurso a pesar de la extensión ni tampoco esbozó una sonrisa. Ganó la sobriedad.
“Tenemos un gran camino por delante y lo más importante para pensar en un futuro mejor es el talento que hay en esta tierra”, dijo el dirigente. Y enseguida agregó: “Estamos seguros que podemos construir un país mejor, sin exclusión, sin que nadie quede afuera. Depende de nosotros”. Etchevehere insistió en varias oportunidades sobre las oportunidades para el país, insistiendo que “los países se construyen”. En esta línea, destacó el funcionamiento que tuvieron la Mesa de Enlace y el Foro de Convergencia como ámbitos para el intercambio. “Cuando hay confianza las cosas funcionan”, indicó el dirigente.
Mauricio Macri compartió la mesa principal con la vicepresidenta de la Nación, Gabriela Michetti, el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, y el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó.
Entre los diplomáticos, el embajador chino Yang Wanming demostró un perfecto dominio del castellano. Su destino anterior fue México. Se animó a la conversación en su mesa con el productor y dirigente Santos Zuberbuhler y el economista y diputado por el Frente Renovador, Marcos Lavagna.
Entre los embajadores que concurrieron también estaban en la cena Noah Mamet (Estados Unidos) y Raylene Liufalani (Nueva Zelanda).
Los Petersen, a cargo de la cocina del restaurante central del predio de La Rural SA, habían preparado una comida con cuatro regiones del país, el Noroeste, el área marítima de la Patagonia, la pampa húmeda y Cuyo. Los invitados, agradecidos por la comida.
Antes de los postres y en la retirada de Mauricio Macri, cerca de las 23, varias mesas comenzaron a desarmarse y sus comensales a deambular por el salón saludando a diestra y siniestra. Así se pudo ver a Jaime Campos (AEA), Cristiano Rattazzi (Fiat), Eduardo Elsztain (IRSA), Luis Zubizarreta (Dreyfus), Rodolfo Rossi (Acsoja) y Jorge Zorreguieta (ex presidente Centro Azucarero). Los senadores guardaron algo más las formas y permanecieron sentados, como Norma Morandini, Angel Rozas y Alfredo De Angeli, además del ex senador Ernesto Sanz.
A De Angeli no le faltó alguien que le recordó cuando, hace unas semanas, confundió en el Senado el apellido del secretario de Agricultura “Ricky” Negri con el del cantante Ricky Martin.
Según comentaban en la comida dirigentes de la Federación Agraria Argentina, luego de la negativa de la vicepresidenta Michetti en concederle una audiencia a la entidad terminaría siendo el mismo De Angeli quien se reúna con FAA en calidad también de presidente de la Comisión de Agricultura de la Cámara alta.
A Elsztain y al ex presidente de FAA, Eduardo Buzzi, se los vio conversar animadamente sobre el final de la velada. ¿A Elsztain, dueño de un imperio en bienes urbanos y tierras, Buzzi le habló de reforma agraria? Negativo. Buzzi, que admite que su figura ha sido controvertida, charló con el empresario sobre la experiencia del Foro de Convergencia.
Ambos recordaron que la diversidad le dio un toque singular al entendimiento en ese ámbito entre entidades muy disímiles. El mismo ex presidente de FAA cree que hoy puede “contribuir” con el Gobierno desde una posición “independiente”. Algo debe haber: el ex presidente de FAA dice tener llegada a Emilio Monzó.-
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