Nada menos que uno de los protagonistas de la cúpula ruralista en el conflicto de la 125, y cuyo vicepresidente era Ricardo Buryaile.
El ex presidente de las Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) Mario Llambías, reconoció que el fin de las retenciones a las exportaciones de maíz podría haberse hecho “en forma escalonada” para no afectar de manera directa a los productores porcinos, aviares y de leche, quienes resultaron afectados por la importante suba que tuvo el precio del grano a nivel local, debido a que lo utilizan para alimentar a sus animales.
Justamente estos sectores están afrontando una fuerte crisis económica y atrás quedaron los años de crecimiento sostenido a fuerza de inversiones con capital propio. Hoy los productores porcinos también están luchando contra la importación de carne de Brasil a precios imposibles de competir y los productores avícolas siguen perdiendo mercados internacionales.
Los tamberos se llevan un capítulo aparte, con 4 pesos que le pagan por litro de leche no alcanzan a cubrir los costos productivos, incluso muchos establecimientos tamberos están desapareciendo y la genética Holando van a parar directo al matadero como insumo para hamburguesas, tal como detallan los sufridos productores.
“Yo era partidario de sacar las retenciones del maíz para darle un impulso. Hoy puedo tener la duda si no tendría que haber sido en forma escalonada. Pero tanto el productor de cerdos, como el de leche, tienen que entender que tienen que hacerse de parte de su alimento”, recomendó Llambías.
“Antes el alimento era barato, pero lamentablemente para ellos esto cambió y van a tener que tomar las previsiones y arriesgar para hacer su alimento”, sostuvo el ex titular de CRA durante un encuentro realizado en el predio ferial de La Rural.
La lamentación del ex presidente de CRA sugiere que el productor de grano no agregará valor, sino que, por el contrario, deberá ser el eslabón que usa cereal como insumo el que tendrá que bajar un escalón en la cadena y producir su propio maíz.
La idea de “hacer su propio” alimento es muy bien recibido por los productores de cerdos y leche pero ante la actual situación, en la que están produciendo a pérdidas es prácticamente imposible pensar en inversiones para la generación de balanceados para autoabastecimiento.
Así es que mientras la agricultura tradicional recibió la mejor parte de las medidas “macristas” con la quita o las bajas de las retenciones (para el caso de la soja) todo lo relacionado con el valor agregado va para atrás. Lejos, muy lejos de ser el supermercado del mundo, a menos que en las góndolas vendan soja a granel.-
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