Un empresario está a punto de perder un campo que tiene en la localidad de La Criolla, al norte de Santa Fe, porque se atrasó en el pago de un crédito al Banco Nación. El predio de 1.387 hectáreas ganaderas había sido presentado como garantía y una jueza federal de General Roca, Río Negro, activa […]
Un empresario está a punto de perder un campo que tiene en la localidad de La Criolla, al norte de Santa Fe, porque se atrasó en el pago de un crédito al Banco Nación. El predio de 1.387 hectáreas ganaderas había sido presentado como garantía y una jueza federal de General Roca, Río Negro, activa el remate a pesar de que el predio está protegido por la emergencia por las inundaciones.
Cristóbal Fernández -el afectado- enfiló contra la jueza Carolina Pandolfi porque decidió seguir adelante con la enajenación por no “haber enviado un mail” y argumentó que él presentó la documentación en papel.
Fernández explota además una cantera en la localidad de Barda del Medio, tambien en Río Negro. En diálogo telefónico con Punto biz dio su versión de los hechos: “Mi abogado presentó el 3 de junio todas las constancias que certifican el estado de desastre del campo hasta el 31 de diciembre de 2016. La ley de Emergencia Agropecuaria establece en el artículo 22 que para los campos en estado de emergencia y desastre, se deben interrumpir y/o suspender los juicios o ejecuciones que tengan. Sin embargo, la jueza contestó el 27 de junio diciendo que la presentación no cumplió con lo que establece la Suprema Corte”.
Es que ahora está utilizando “a prueba” un sistema de presentaciones electrónicas de los escritos, con la intención de pasar del sistema papel al electrónico. “La jueza se vale de ese argumento y nos dice que no se puede considerar la presentación que hicimos, y por eso sigue adelante con el remate”, señaló el empresario y concluyó: “Por no tener mail, me rematan el campo y me provocan un daño patrimonial irreversible”.
La historia viene de larga data. Hace 10 años, el empresario se hizo cargo de 4.526 has de campo santafesino que eran de su padre y su tío. Paralelamente, decide invertir en un importante yacimiento de áridos de 180 hectáreas en un lote que había comprado en Barda del Medio. “Para dar marcha al yacimiento, vendí 146 hectáreas del campo santafesino para invertir u$s500.000 en la cantera. Y como no me alcanzó, le pedí u$s400.000 al Banco Nación”. El campo tuvo problemas y la cantera tardó en rendir, por lo que cayó en mora. A partir de allí comenzaron los reclamos que terminaron en el remate de las 1.387 hectáreas que están hipotecadas.
Fernández pide una refinanciación para poder pagar. “Reconozco que le debo al Banco pero me van a cobrar un castigo carísimo. La primera base (para el remate) del campo son u$s 700 mil y la segunda u$s 550 mil. Y en realidad el campo vale de u$s 2M a u$s 2,5 M”.
¿Cómo sigue? “El remate todavía no está firme. Hay una movida en la zona y se está organizando una asamblea comunitaria con todos los actores del municipio de Contralmirante Cordero para pedirle al gobierno de Río Negro que respalde el emprendimiento. Además, se están haciendo algunas gestiones y no sería raro que surjan avales de la Provincia que reemplacen el campo, pidan el remate y me permitan una refinanciación adecuada”, confió Fernández.
Una rara visita
Fernández relató también que un día después de publicarse el edicto del remate recibió una “sorpresiva visita. Se apersonó un delegado del exjefe de la Agencia Federal de Inteligencia, Oscar Parrilli, y mostró interés en quedarse con el campo”.
Y renglón seguido dio su impresión de los hechos: “Me van a rematar el campo de forma ilegal y por no haber presentado la información por mail, pero esto parece una expropiación privada de carácter kirchnerista”.
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