“La cadena agroindustrial reaccionó al cambio de política con mayores inversiones, aumento en el área sembrada, la producción y las ventas al exterior”, señaló Ramiro Costa, economista jefe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. En el primer cuatrimestre de 2016, las exportaciones del sector alcanzaron los US$ 11.400 millones, un incremento del 11% […]
“La cadena agroindustrial reaccionó al cambio de política con mayores inversiones, aumento en el área sembrada, la producción y las ventas al exterior”, señaló Ramiro Costa, economista jefe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. En el primer cuatrimestre de 2016, las exportaciones del sector alcanzaron los US$ 11.400 millones, un incremento del 11% respecto del mismo período del año anterior, pero en toneladas el crecimiento superó el 40%, según datos de Abeceb.
Los cereales recuperaron terreno: se exportaron US$650 millones más en trigo y maíz que en el primer cuatrimestre de 2015 (el aumento en toneladas fue de 2800 en trigo y 2700 en maíz). “Esto lleva a una mayor sustentabilidad, porque lo único que se expandió con la anterior política fue la soja, por lo cual cayó la rotación de cultivos y el uso de fertilizantes; producir más cereales implica más venta de insumos, servicios profesionales, movimiento de camiones, acopio, tecnología y empleos en la cadena agroindustrial”, afirmó Costa.
Otro de los productos destacados fue el biodiesel, con exportaciones que pasaron de US$ 67 millones en el primer cuatrimestre de 2015 a US$ 182 millones este año.
“El principal destino es Estados Unidos, pero las expectativas están en volver en poco tiempo a la Unión Europea (UE)”, indicó Javier Cao, economista de Abeceb. Agregó que “el cambio de políticas para el agro llegó cuando la mayor parte de la siembra se había realizado, lo que se pudo ampliar en superficie fue en maíz y soja, por eso los grandes incrementos en producción se esperan para este año y el próximo”.
En ese sentido, la consultora Agritrend, estimó que las ventas al exterior de granos, harinas, aceites y biocombustibles de la campaña 2016/2017 alcanzarán los US$ 28.000 millones, unos US$ 3700 millones más que las del ciclo 2015/2016. En tanto, el incremento en el total de la producción de granos proyectado para el ciclo 2016/2017 es de unos 14,5 millones de toneladas.
“Las subas más pronunciadas están en los cereales, alrededor de 11 millones de toneladas más que la campaña pasada, mientras en el complejo oleaginoso (soja, girasol y otros) el aumento es superior a los tres millones de toneladas. Sin embargo, las mayores alzas se observarán en las próximas campañas”, afirmó Gustavo López, director de Agritrend.
“En soja la demanda de China sigue creciendo, y se espera que volvamos a ser el principal abastecedor de trigo de Brasil; les resulta más barato comprarlo aquí que importarlo de extrazona. Si la Argentina es competitiva produciendo no tiene restricciones en la venta de sus productos”, indicó López.
“El campo se puso en marcha ante el cambio en las variables macroeconómicas y esto comienza a palparse en las economías del interior del país para luego llegar a las ciudades. La cantidad vendida de cosechadoras aumentó 20% y de sembradoras 28%; la producción de agroquímicos creció 35%; la venta de pick ups para el sector subió 25%; el incremento en las importaciones de fertilizantes fue de 24%, y todo lo que es aplicación de tecnología significa mejor calidad de los cultivos. Por otra parte, se prevé unos 600.000 viajes de camión más respecto a 2015”, señaló Ezequiel de Freijó, analista económico de la Sociedad Rural Argentina (SRA).
En el primer cuatrimestre, según datos de la SRA, entre los principales aumentos en las exportaciones se incluyen el aceite de soja, 45%; aceite de girasol, 70%; carnes frescas, 13%; cebada, 57%; carnes congeladas, 14 por ciento. En la campaña 2016/2017 la superficie sembrada de trigo sumará un millón de hectáreas, lo mismo en maíz, en tanto los precios internaciones de las commodities se recuperan, indicó De Freijó.
Economías regionales
Economías regionales
El crecimiento también llegó a las economías regionales: las ventas al exterior de ajo crecieron 75%; limones, 183%; tabaco en hoja, 160%; porotos, 20%; lanas elaboradas, 26%; lanas sucias, 43%; maní, 19%; azúcar, 67%; y fibra de algodón, 30%. A la vez, cayeron los envíos de manzanas, 14% y peras, 6%, “aquí los precios internacionales están estancados y hubo menor producción”, señaló De Freijó.
Para Cao “en commodities no hay problema en colocar la producción, pero las economías regionales son menos competitivas, por eso existe dependencia de los principales clientes, Brasil y la UE”. Las exportaciones del sector a Brasil cayeron 4% en el primer cuatrimestre, según datos de Abeceb.
Los especialistas destacaron la necesidad de infraestructura para aumentar la competitividad del sector, pero además analizan los avances en las negociaciones internacionales. “La política exterior debe trabajar sobre las restricciones y barreras arancelarias y paraancelarias que imponen algunos mercados; también hay que avanzar en acuerdos comerciales. Por no prestar atención a la firma de tratados que hicieron otros países en la región, perdimos mercados”, sostuvo López.
Para De Freijó, “la Argentina puede insertarse en el mercado global con una diversidad de productos, entre ellos carnes frescas, biocombustibles, frutas, vinos. Hay expectativas en las negociaciones con Estados Unidos, la apertura a la Alianza del Pacífico, y en el acuerdo Mercosur-UE. En Brasil, uno de nuestros tradicionales mercados, es previsible una mayor demanda de alimentos con el turismo que llegará para los Juegos Olímpicos”.
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