Colegio Agropecuario de Realicó, transmisor de conocimiento y forjador de valores

Alumnos de sexto y séptimo año contaron su experiencia en la institución, qué se puede aprender y cómo desarrollaron un sentimiento de pertenencia por el cual quieren volver para dar clases. El colegio agropecuario de Realicó de la fundación Sociedad Rural Argentina, cuenta con un stand dentro de la edición aniversario de la exposición rural de Palermo. Allí  presentan sus productos, realizados en la sección industrial de la institución. El colegio de Realicó es privado y mixto, cuenta con 100 alumnos, tiene nivel secundario de siete años y al egresarse los estudiantes obtienen el título de Técnico en Producción Agropecuaria. La institución está ubicada a 17 kilómetros de Realicó, La Pampa.  Los  alumnos que asisten al colegio lo hacen en busca de conocimiento y sobre todo por su amor al campo. “Sueño con dar clases y reactivar el tambo de mi familia”, aseguró uno de los jóvenes que cursa el quinto año en el colegio agropecuario. Más allá del aprendizaje, las materias teóricas y las actividades prácticas, este alumno recalcó que al lado de sus compañeros se generó un fuerte sentimiento de pertenencia, ya que conviven a diario y junto a sus docentes y no docentes forman una gran familia. El estudiante también comentó que le gustaría enseñar durante, al menos, siete años, como una forma de retribuir todo lo que el colegio le brindó en su formación. Los alumnos permanecen de lunes a viernes en el colegio, por la mañana cursan materias del ciclo común y por la tarde con orientación agropecuaria. Luego disfrutan de su tiempo libre, van al gimnasio, acuden a talleres, se recrean. “No es un lugar de encierro, es educativo”, aclaró otro de los chicos y agregó que allí, además de crearse una relación fraternal entre compañeros y docentes, aprendieron a ser independientes. Allí, divididos en comisiones, los alumnos realizan prácticas bovinas, porcinas, ovinas, con aves, en el jardín botánico y en el frutal. Trabajan en el tambo, realizan apicultura, cunicultura (trabajo con conejos), estudian los cereales, cuentan con un vivero, un área de industria y una molienda. Las prácticas se organizan en unidades didáctico- productivas donde se aplica lo visto en las materias teóricas. Además, hay un polideportivo, una cancha de fútbol, un taller y la residencia de los alumnos. El colegio comprende 960 hectáreas en total, de las cuales 75 pertenecen al casco; la institución tiene más de 40 años de vida y las promociones de egresados se reencuentran en jornadas especiales. Los alumnos aseguran que más de una vez aconsejaron a sus familias en temas puntuales debido a las prácticas que realizaron en la institución. “Ya sabemos administrar un microemprendimiento”, señaló un estudiante y remarcó el valor del título con el que se egresan porque abre puertas y “permite encontrar mejores empleos”. Adela Nores, directora de la Fundación Sociedad Rural Argentina, contó que el colegio tiene una larga tradición, “los chicos egresan con una educación muy cuidada, son pocos alumnos y mucho personal al cargo. Hacen todas las labores del campo de manera profesional. Se trata de un entrenamiento para una vida de campo cualificada, es un título muy habilitante. Muchos alumnos siguen la universidad y otros vuelven a trabajar a sus campos”, aunque recalcó que lo hacen con toda la modernización aplicada a la actividad. Nores señaló la meta próxima de la institución, “Nuestro objetivo es ser un colegio con normas ISO 9000 y estamos en ese camino”. Consultada sobre el cariño que los alumnos tienen hacia su colegio, Nores expresó: “Estamos muy contentos, trabajamos el arraigo, queremos que se enamoren del colegio. Los egresados siempre quieren venir”. Además la titular de la fundación subrayó las posibilidades que se abren a los estudiantes “Muchos chicos están haciendo pasantías en La Rural, tienen la oportunidad de conocer expositores, cabañas, animales, tienen acceso al Senasa. También estamos buscando nuevas salidas laborales,  como los cursos de petisero y los de maquinaria de verano”, lo que se sumará a las prácticas profesionales que reciben durante el año.