miércoles, 22 de junio de 2016

La FVE propone medidas para reducir el uso de antibióticos


Estas medidas fueron adoptadas durante su pasada asamblea general.
La resistencia a los antibióticos es una amenaza muy importante para humanos y animales, por lo que es imprescindible promover un uso responsable de los antimicrobianos y reducir la cantidad utilizada de los mismos con el objetivo de mantener su eficacia para combatir enfermedades bacterianas, tanto en personas como en animales.

Poner freno a la resistencia antibiótica se ha convertido en una demanda social. La sociedad, por un lado reclama la reducción del uso de antibióticos y, por otro, está preocupada por las consecuencias de esta reducción en el bienestar animal.

Por ese motivo la Federación de Veterinarios de Europa (FVE) ha puesto de manifiesto que no existe conflicto entre el uso responsable y prudente de antibióticos y un buen bienestar animal, ya que un uso responsable y prudente de antibióticos implica necesariamente la mejora de las condiciones de cría de los animales (mejorar la bioseguridad, la higiene y la reducción de la frecuencia de infecciones bacterianas y, por tanto, la necesidad de aplicar tratamientos antibióticos después de un diagnóstico).

Así, la FVE en su asamblea general del pasado 3 de junio, desarrolló varios FVE folletos para promover el uso responsable de antibióticos en animales y proponen una serie de medidas para alcanzar este objetivo:

  • La producción animal no debe ser dependiente del uso de antibióticos. Sin embargo, si un animal enferma debe proporcionársele el tratamiento indicado de forma responsable. La aplicación del tratamiento debe ir de la mano de un buen manejo, de adecuadas instalaciones, de una nutrición apropiada para prevenir enfermedades entéricas y de un alto nivel de bioseguridad, tanto interna como externa, de las granjas, de forma que se asegure que la presión de infección se mantiene a niveles mínimos.
  • El uso profiláctico de los antibióticos debe eliminarse y ponerle fin completamente a largo plazo, puesto que la prevención de enfermedades debe basarse en adecuadas prácticas de producción animal.
  • La metafilaxia (el tratamiento de un grupo completo de animales después del diagnóstico clínico de una enfermedad a algunos animales del grupo), solo debe hacerse bajo la supervisión directa de un veterinario siempre que haya un diagnóstico definitivo o una sospecha profesional firme de una enfermedad altamente contagiosa. La metafilaxia debe ser siempre complementaria a otras medidas de prevención de enfermedades, como la mejora de la bioseguridad.
  • Dentro de lo posible, debe intentarse aplicar tratamientos y cuidados enfocados a individuos o pequeños grupos de animales infectados que se deben separar en corrales. De esta forma, la cantidad de sustancia activa antibiótica puede mantenerse en un mínimo a la vez que se hace frente a la infección cuando es necesario.
  • Es precisa la mejora del estado sanitario del animal mediante todas las medidas conocidas y probadas para prevenir enfermedades bacterianas y su diseminación. Para ello, son imprescindibles las visitas veterinarias, en las que el veterinario y su cliente confeccionarán un plan sanitario efectivo que incluirá medidas de bioseguridad relevantes, programas de vacunación, adecuados alojamiento y manejo, alimentación apropiada, las medidas de bienestar y los objetivos mejora genética, que deben centrarse también en la salud y la longevidad (resistencia a enfermedades) y no solo en la productividad. Se debe tener cuidado para evitar la propagación de la enfermedad durante el transporte o la mezcla de los animales.

LA FVE explica que el nivel de reducción de antibióticos sin posibles consecuencias sobre el bienestar de los animales será diferente de una región a otra, ya que dependerá de factores como la especie animal, el estado de la enfermedad en la región, las condiciones climáticas, los programas de vacunación y de la organización del sector en cuestión.
Además, para lograr estos objetivos, la FVE afirma que es imprescindible un seguimiento y evaluación comparativa de los sistemas en granjas y en mataderos que debe incluir parámetros de salud y bienestar, así como la monitorización del consumo de antibióticos y la resistencia; pero pone de manifiesto que la profesión veterinaria europea está bien posicionada para promover este tipo de mecanismos.
En algunos países de Europa ya se ha reducido el uso de antibióticos con éxito sin que afecte negativamente al bienestar animal. Algunos ejemplos son Suecia, Dinamarca, Alemania, los Países Bajos, etc

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