miércoles, 18 de mayo de 2016

Ovejas que pastan guiadas por satélite


Un sistema de detección de pastos desarrollado en Extremadura para guiar a las majadas según la calidad de la materia seca. Permite un importante ahorro en alimentación.
 “Es el sueño dorado, guiar al rebaño hacia el lugar en el que se encuentre la mayor cantidad y mejor calidad de materia seca según las necesidades del animal”.
Así lo ve Fermín López Gallego, del Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (Cicytex) que, junto a la Universidad de Extremadura y la cooperativa Oviso, han desarrollado un sistema de ayuda a la decisión (SAD) que permite asesorar al ganadero.
“Podemos decirle en qué cerca tiene más pasto, qué calidad, con qué debe suplementar y en qué cantidad”, apuntó Beatriz Agudo, ingeniera agrónoma de Oviso, una cooperativa que aglutina a más de 1.500 ganaderos.
Según la información del portal español “Hoy.es”, el sistema consiste, primero, en digitalizar la finca con GPS, luego vuelca la imagen del satélite sobre las diferentes cercas de la finca en cuestión. Para ello han utilizado el satélite meteorológico denominado Modis, que mide entre otros aspectos la temperatura de superficie, la cartografía de la vegetación global y las características de la nubosidad. En él cada píxel de información equivale a 25 hectáreas. Hasta el momento, han digitalizado 85 fincas de Extremadura y Andalucía.
La imagen del satélite tiene información de siete bandas espectrales y seis índices derivados, que son una combinación de los valores numéricos de esas bandas. En total, 13 informaciones que equivalen, tras realizar determinadas ecuaciones, a kilos de materia seca y a diferentes parámetros que definen la calidad del pasto.
A partir de ahí, la información química se traduce en energía, en proteína y en ingestión voluntaria por parte de la oveja. Por otro lado, se define el tipo de animal con el que se está trabajando, que se divide en función de sus características por el momento del ciclo productivo en el que se encuentra. También valores básicos como el peso del ejemplar, su estado fisiológico y la evolución de la condición corporal del animal, entre otros aspectos. Además, se tiene en cuenta el territorio sobre el que crece el pasto.
Luego se hace un balance entre las necesidades que tiene el rebaño y lo que la cerca es capaz de ofertar en pasto. Si el resultado es negativo, no cubrirá todas las necesidades de alimento con recurso natural y se calculará la cantidad de suplemento alimenticio que necesitará en este caso la oveja. «Nos dice el alimento que habría que utilizar en el momento que el ganadero quiera. Tiene en cuenta la época del año, las condiciones meteorológicas, así como situaciones concretas que se pueden dar en las diferentes explotaciones», explica Rodríguez Medina.

Orígenes
El nuevo sistema de teledetección de pastos por vía satélite es fruto de un proceso de trabajo que empezó hace diez años. Para desarrollarlo y validarlo han trabajado en un total de 1.816 hectáreas.
La labor de campo constaba de varias partes. Primero se mide la cantidad de pasto visualmente a partir de una escala de cero (menos materia seca) a cinco (mayor cantidad posible). Eso se hacía a través de un quad y un GPS en miles de puntos de la finca.
La segunda fase consistía en cortar pasto para obtener diferentes muestras de la explotación y llevarlas al laboratorio de la Facultad de Veterinaria con el objetivo de analizar la calidad. “Cada dato tomado se geo-referenciaba y eso se hacía todos los meses. De este modo, lo que el ojo humano veía y lo que determinaba el laboratorio se correlacionaba con el satélite”, explicaron los técnicos.
“El ahorro en suplemento alimenticio es complicado saberlo porque depende de muchos factores. Aproximadamente en un año con buenas condiciones climatológicas para el ovino, gastamos unos 80 kilos anuales de suplemento por oveja. Eso supone un total de 24,5 euros”, detalló Mario Mera León, de la finca de Gamonital que está recibiendo asesoramiento de los técnicos del Grupo Oviso con el nuevo programa.
Las estimaciones en la fase experimental del proyecto es que, gracias al dispositivo, los ganaderos ahorran 2,60 euros anuales por oveja, según la valoración económica realizada en 2015. “El objetivo es llegar a lo máximo posible de ahorro y que se puedan beneficiar de este programa todas nuestras cooperativas, ya que la suplementación del ganado adulto en las explotaciones de ovino de carne está resultando un coste de difícil soporte económico. Además, la incertidumbre en el mercado de las materias primas, con subidas pronunciadas de unos años a otros, impide una correcta planificación de los costes de las explotaciones.

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