La compañía informó que Cadus Wines comenzó a funcionar como una unidad de negocios independiente.
Molinos Río de la Plata diversifica su portfolio en el mercado vitininícola, y a las anunciadas compras efectuadas recientemente, ahora desprende de su bodega madre, Nieto Senetiner, la que era su etiqueta ícono, Cadus, transformándola en bodega con identidad propia, confirmó a Télam Roberto González, director enológico de la bodega controlada por el Grupo Pérez Companc.
Hace unos meses, Molinos había anunciado la compra del 100% de Ruca Malén, y dos semanas atrás hizo lo propio con Viña Cobos, donde compró el 50% del paquete accionario en 12 millones de dólares de la bodega de Agrelo a Andrea Marchiori y Luis Barraud, quedando como socios del winemaker norteamericano Paul Hobbs.
Ahora confirmaron que “Cadus Wines”, desde el final de la última vendimia, empezó a funcionar como una unidad de negocios independiente, instalada en Gualtallary, Tupungato, en pleno Valle de Uco, vinificando por ahora en una bodega alquilada aunque con una opción de compra, y con el ingeniero agrónomo Santiago Mayorga como responsable y cabeza visible del nuevo emprendimiento.
Roberto González, enólogo jefe de Nieto Senetiner, quien es además presidente de la Academia Argentina de la Vid y el Vino (AAVV), en dialogó con Télam sobre la nueva estrategia de la empresa controlada por Pérez Companc, explicó: “Molinos de Río de la Plata es el paraguas madre de nuestra corporación y de nuestra Industria del vino. Nosotros estamos divididos por unidades de negocios, donde de Nieto Senetiner ahora se ha independizado una bodega nueva, Cadus, que es ahora una unidad de negocio totalmente independiente”.
“Esto permite una sinergia en conceptos técnicos, que es debatir muchas veces cosas en común, pero cada unidad de negocios tiene una filosofía, un trabajo, un concepto de elaboración, una estrategia comercial distinta. Pero hay ciertas experiencias que pueden enriquecer a todo el equipo enológico”, agregó el ‘winemaker’.
Al ser consultado hacia donde apuntará la casa vinícola que él conduce al desprenderse de su marca insignia, González explicó: “La estrategia de la casa Nieto Senetiner en primer lugar es relanzar Don Nicanor como su marca Premium. Vuelve a su origen el Bonarda, varietal que nació con la marca de Nieto Senetiner, y en un momento se lo denominó Cadus, pero ahora vuelve a denominarse Nieto Senetiner”.
En cuanto a volúmenes de producción, dijo: “En Nieto ya estamos en casi las 4 millones de cajas (de 12 botellas de 750 centímetros cúbicos) anualmente. El proyecto de Cadus en cuanto a volumen es una unidad mucho menor, porque apunta a una alta gama de precios, a los súper premium o los vinos icono, por lo tanto el volumen no va a superar las 100 mil cajas en el año”. “Las otras unidades de negocios –agregó- también son de pequeños volúmenes, lo que no significa que en un futuro puedan adicionar alguna otra marca que pueda significar más volumen”. “Cada unidad de negocios va a tener su nicho, su segmento de ataque, que eso lo define nuestra gerencia de marketing. Cada bodega tiene su equipo de ventas específico, no comparten conceptos”, puntualizó el enólogo.
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