miércoles, 27 de mayo de 2015

PORCINOS: Enfermedad VW: Vómitos y vientres hinchados


Enfermedad VW es la abreviatura de la internacionalmente utilizada expresión “Vomiting anda Wasting Disease”, lo que en la traducción española significa: Vómitos y desmedro.
En el año 67/68, se observa un cuadro clínico totalmente nuevo, al principio aisladamente, luego de forma masiva en una serie de efectivos porcinos.

Pocos días después del parto se observan vómitos en lechones, que al principio parecían sanos, de algunas camadas, raras veces de todas las camadas de un efectivo. De una misma camada enfermaban hasta alrededor del 80% de los lechones.

El vómito se observa particularmente bien cuando los lechones después de despertar se hacían circular por el establo. En el estadio inicial de la enfermedad el vómito consistía en leche cuajada finamente floculada. Más adelante, la leche presentaba un color verde amarillo. En el curso posterior de la enfermedad, aparecía inapetencia por la comida.

El crecimiento era muy lento y el adelgazamiento continuo, y en la zona del estómago se observaba un hinchamiento creciente. En el curso de una a varias semanas se producía la muerte. Las camadas nacidas dos a tres semanas después de la aparición de esta enfermedad ya no enfermaban en general, tampoco las camadas posteriores de cerdas de lechones enfermos.

Adelgazamiento progresivo, pero hinchamiento creciente del vientre en la región del estómago.



Volumen del estómago aumentado en alto grado.


Se desconoce el tratamiento
Hasta el presente no se conoce ningún tratamiento eficaz contra esta enfermedad. En la autopsia destaca sobre todo el estómago con un contenido de gases y también de leche cuajada varias veces superior a la capacidad normal del mismo.
Cuando se envían los primeros lechones VW para su autopsia a un instituto de investigación, el director del mismo, a la vista del cuadro clínico que también rea nuevo para él, sostuvo al principio la opinión de que sus ayudantes había, por inadvertencia, confundido los estómagos de los lechones con los de cerdos mayores que estaban sometidos a autopsia al mismo tiempo. El intestino delgado estaba casi siempre vacío, y en el intestino grueso había heces de color gris verdoso, untuoso, de consistente masilla. En los otros órganos corporales no había alteraciones patológicas que llamaran la atención.
A pesar de profundas investigaciones no se consiguió luego esclarecer la causa de esta enfermedad.


Infección vírica
Se trata de una infección vírica, con H.E.V., un coronavirus que pertenece a un grupo en el que también está incluido el virus T.G.E. Los virus atacan a todos los animales de un efectivo, pero sólo desatan en los lechones los fenómenos patológicos ya descritos. Así se explica también que en explotaciones más o menos pequeñas donde existe un continuo contacto mutuo entre grupos de todas las edades, desaparezca la enfermedad VW con la misma rapidez que aparece. En los grandes efectivos conALOJAMIENTO separados entre cerdas gestantes y cerdas en período de lactación, se recomienda la inmunización de las cerdas preñadas poniéndolas en contacto con lechones enfermados. Tales cerdas infectadas inaparentemente protegen a sus lechones mediante cuerpos inmunizantes contenidos en su leche calostral contra la enfermedad VW.


Diagnóstico
Además del típico cuadro clínico, puede identificarse la enfermedad VW en laboratorios especializados mediante el test inhibidor de hemaglutinación y la neutralización vírica.


Cómo se inmunizan los lechones
Mientras la placenta (envoltura alrededor del lechón en el vientre materno) de la cerda es permeable a los más diversos agentes de infección –se habla de infecciones diaplacentarias que en determinadas circunstancias pueden provocar la muerte de los fetos en el vientre materno-, los agentes inmunizantes (con moléculas de substancias proteicas relativamente grandes) no logran atravesar la placenta.
Por consiguiente, las vacunaciones de la cerda madre en el curso de la gestación, nunca conducirán a una inmunización (protección por vacunación) de los lechones. Los lechones recién nacidos quedan protegidos en cada caso gracias a los agentes inmunizantes contenidos en la leche calostral contra diferentes enfermedades. Esta inmunidad pasiva adquirida desaparece paulatinamente hacia el final de la tercera semana de vida, empezando entonces la creación de una inmunidad propia (activa).

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