El Senado de la provincia de Buenos Aires aprobó ayer una ley que impone duras sanciones a quienes construyan canales y terraplenes que tengan por objeto alterar el escurrimiento natural de las aguas y les otorgó “un plazo de 90 días a los propietarios de campos que hayan incurrido en esa falta para que regularicen […]
El Senado de la provincia de Buenos Aires aprobó ayer una ley que impone duras sanciones a quienes construyan canales y terraplenes que tengan por objeto alterar el escurrimiento natural de las aguas y les otorgó “un plazo de 90 días a los propietarios de campos que hayan incurrido en esa falta para que regularicen su situación”, según informó la agencia Télam.
Para quienes no cumplan con la nueva ley, la norma prevé duras multas, como la inhibición a los campos por donde pasen los canales clandestinos; la inhabilitación para solicitar trámites provinciales y municipales, tales como guías de ganado y cartas de porte, y multas económicas que serán establecidas de acuerdo con la gravedad de la falta.
La ley surgió de una iniciativa de la senadora Marina Moretti (FPV), quien destacó: “La norma busca establecer un marco más claro para las obras clandestinas de escurrimiento de agua”. Añadió que la iniciativa “endurece las penas para quienes construyan canales que perjudiquen a sus vecinos y fundamentalmente a las zonas urbanas”. La ley habilita a que la justicia de faltas local autorice a los municipios a destruir las obras ilegales.
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