Han comenzado programas de capacitación del Mida para que, al momento de implementar la ley de trazabilidad, los productores y operadores estén aptos para manejar el proceso de identificación
Al momento de ser implementada la Ley de Trazabilidad Bovina, el país tendrá cinco años para ejecutarla en su totalidad, con la compra de los aretes por parte del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (Mida) y el pago a los operadores por animal identificado y aprobado.
De acuerdo con cifras del sector agropecuario del país, 1.7 millones de animales conforman el hato ganadero panameño, que serán parte de este ambicioso plan, para lo cual el Mida se encuentra preparado.
Para esto, ya se dio inicio al programa de capacitaciones a operadores de trazabilidad bovina, quienes serán el pilar del proceso que regirá la ley.
Alexis Villarreal, de Sanidad Animal, informó que ya se han inscrito más de 100 personas en las diferentes provincias donde se han realizado las charlas, quienes reciben clases teóricas durante dos días, el resto de la semana es en campo.
La trazabilidad no es más que la posibilidad de encontrar y seguir el rastro, a través de todas las etapas de producción, transformación y distribución de una ración, o un animal destinado a la producción de alimentos.
En el caso de Panamá, el ganado deberá llevar un arete blanco, color que se escogió por medio de un consenso entre los productores y por una regulación centroamericana, ningún país que comparta frontera podrá tener el mismo color.
Con este proceso, los resultados para Panamá se observarán a mediano y largo plazo luego de la implementación de la regulación.
El establecimiento de una base de datos única, mejoramiento de la eficiencia y productividad de la ganadería y la agricultura, además de una certificación de la denominación de origen y de los procesos de producción a lo largo de toda la cadena, serán las características que podrían incrementar la participación de Panamá en el comercio mundial de alimentos.
Villarreal ha explicado que en el caso de Panamá el plan se iniciará con los animales que estén dentro del rango de menores de seis meses de edad.
Luego, en el segundo año, se trabajará con la identificación de novillas menores de dos años, lotes de ganado de alta genética y con una capa de animales de producción.
Para el quinto año se identificarán todos los animales. El productor, según lo explicado por Villarreal, tendrá un periodo de seis meses para colocar el dispositivo, esto en el caso de los animales recién nacidos.
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