Con el pasar de los años, muchos pequeños y medianos productores de Río Negro y Neuquén, han decidido dejar sus labores en el campo debido a una serie de dificultades. Sin embargo, hoy en día los productores se han organizado para revertir esta tendencia y potenciar el sector que levantó la economía en esa zona años atrás, a través de la creación de la Federación de Cooperativas Frutícolas de Río Negro y Neuquén.
“En los últimos 10 años, en la zona de Río Negro y Neuquén, han desaparecido miles de pequeños y medianos productores, y hemos notado en las cooperativas que van quedando en el valle, que se les está haciendo muy difícil sostener a estos pequeños productores que quedan”, señaló Nicolás Palmieri, secretario de la Federación de Cooperativas Frutícolas de Río Negro y Neuquén.
“Tratamos de unir la fuerza de las distintas cooperativas para formar esta federación con ese objetivo, es decir, tratar de que las nuevas generaciones lleguen de vuelta a la producción y que las cooperativas de 50-70 años acá en el valle puedan seguir subsistiendo”, añadió Palmieri.
De este modo, la Federación de Cooperativas Frutícolas de Río Negro y Neuquén espera potenciar el sector, ayudando a los productores a “actualizarse” y mantenerse en el negocio.
“Básicamente, en los últimos años han disminuido los pequeños y medianos productores debido a la falta de rentabilidad en las chacras, falta de conversión y de recursos financieros para poder estar más actualizados a nivel de herramientas, ser más eficientes y tener realidades que hoy el mercado requiere”, comentó.
Actualmente, -y de acuerdo a Palmieri- los pequeños y medianos productores de esta zona de Argentina poseen alrededor de 5 a 50 hectáreas y son productores mayores, arriba de los 65-70 años de edad, quienes no tienen descendientes que quieran seguir trabajando en esas tierras.
“Sus hijos adquirieron otras profesiones, se fueron a las grandes ciudades y [los productores] se encuentran hoy con que su producción no está siendo rentable y no tienen nadie que los ayude a hacer un esfuerzo más, a reconvertir, a invertir, etc. Ese es el proceso que está pasando el valle”, dijo.
De esta manera, el principal desafío de la federación es fortalecer a las distintas cooperativas que la componen y ofrecerles las herramientas necesarias para que el pequeño productor tenga una actividad que sea rentable y pueda seguir manteniéndose durante años.
“El valle se viene dedicando a la producción desde 1900 y se vivió durante años de la fruticultura”, señaló Palmieri.
“Creo que a pesar de que hoy el contexto macro o micro económico no los favorezca en la región, está la esperanza de que se vuelva a invertir, de que vuelva a ser rentable y volvamos a vivir de las chacras como lo hacían nuestros abuelos”, comentó.
La federación está compuesta –actualmente- por siete cooperativas, las que tienen en promedio 30-40 socios.
“Algunas un poco menos, otras un poquito más y son cooperativas frutícolas dedicadas a peras y manzanas en un 99%. Puede haber algo de carozos pero acá en la zona no hay tanta producción de carozo como la hay en Cuyo, por ejemplo”, declaró.
La federación, que se constituyó oficialmente hace 30 días ya cuenta con el acta constitutiva, y sus integrantes realizaron la primera reunión donde se designaron las autoridades.
“Empezamos con todos los trámites de inscripción en las entidades nacionales y provinciales, así que en algunos meses estaremos formalmente funcionando”, aseguró Palmieri.
Finalmente, el secretario de la nueva federación indicó que “el paso a seguir es empezar a reunirnos. Esto es muy reciente, tenemos la idea, el objetivo y ahora tenemos que definir qué camino vamos a seguir para cumplir este objetivo. Eso lo vamos a desarrollar en los próximos meses y, a medida que vayamos transitando, vamos a ir armando las herramientas para cumplir ese objetivo tan deseado por nosotros”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.