La siembra de trigo se atrasa, se van las fechas agronómicamente correctas para la implantación del cultivo y el desánimo, en muchos productores cada vez pesa más. Se precisan 200.000 hectáreas para cubrir el consumo interno.-
El mercado de trigo está prácticamente paralizado. Por un lado, no hay trigos en los puertos, porque las cosechas de soja finalizaron y la oleaginosa es la gran protagonista hoy.
A la vez, hay una fuerte preocupación vendedora, porque se debería empezar a comercializar este cereal a partir de julio y agosto, cuando haya más espacio en los puertos al haberse sacado la oleaginosa. El problema más grande es que quizás cuando aparezca espacio para el trigo en los puertos, no haya demanda.
Los negocios que se hacen pertenecen a trigo de la cosecha anterior y los productores están ante la duda de plantarlo o no en esta nueva zafra de cultivos de invierno, en un año complicado climáticamente y donde la soja es la única que paga las cuentas.
"La demanda, por los precios que se están formando en la región, solamente provendría de Brasil que hoy no está operando. A eso hay que sumarle el dato reciente de la eliminación del Arancel Externo Común, hasta el próximo 15 de agosto y para trigo extra Mercosur, por hasta 1 millón de toneladas, decisión que tiene aspectos muy negativos para el trigo producidos dentro de la región", reconoció en diálogo con El País el operador de Agrosud, Fernando Villamil.
El broker admitió que la intensión de siembra era importante, incluso se habló de superar las 500.000 hectáreas, "lo que era razonable dada el área de soja plantada y las alternativas de cultivos de invierno que disponemos". El hecho es que el clima no ayudó a la implantación del trigo y se van las fechas agronómicamente óptimas para sembrarlo.
"Lo seguro es que el área de intención de siembra de trigo va a estar por debajo de las expectativas, pero no sabemos cuánto se va a cumplir de esa intención de siembra", admitió Villamil. Hay quienes hablan que se plantará 20% menos respecto a la intención de siembra, pero cuánto bajarán los porcentajes dependerán de cada empresa y de sus propios números.
Duda.
Si bien algo de trigo se hizo, el asesor agrícola Marcos Carrera aseguró a El País que gran parte del área planificada de este cereal pasará a soja de primera y al igual que otros operadores y asesores consultados, sostienen que "no se alcanzará la intención de siembra".
Si bien algo de trigo se hizo, el asesor agrícola Marcos Carrera aseguró a El País que gran parte del área planificada de este cereal pasará a soja de primera y al igual que otros operadores y asesores consultados, sostienen que "no se alcanzará la intención de siembra".
Carrera estimó que seguramente "no se baje de las 250.000 o 300.000 hectáreas con trigo", pero dijo estar seguro que "no se alcanzarán las 400.000 hectáreas" e incluso llegó a plantear dudas "de que se lleguen a las 300.000 hectáreas".
Para atender el consumo interno se precisa sembrar con trigo unas 200.000 hectáreas y es imposible bajar de esa superficie, porque de lo contrario habría que importar trigo y eso tiene un costo muy grande para la industria.
Carrera sostiene que la fecha óptima para la implantación del trigo "ya pasó", si bien aclaró que se puede sembrar hasta agosto o septiembre. "El límite de la fecha óptima se podría estirar hasta mediados de julio, explicó .
Mientras tanto, en el primer cuatrimestre de 2014, las cargas de trigo mostraron un aumento de 123% en el Puerto de Nueva Palmira y de 1.187% en el Puerto de Montevideo, según los datos del Instituto Nacional de Logística.
En el caso de las cosechas de soja están terminadas, pero el área que definitivamente se cosechó, todavía es una incógnita y mucho menos se sabe sobre las pérdidas.
Villamil estimó que los rendimientos sobre área cosechada, estarían dando alrededor de 2.200 kilos de promedio por hectárea y "si es así, estaría cerrando con una cosecha que a partir de 1,5 millones de hectáreas plantadas, estaría en 3,3 millones de toneladas".
La oleaginosa lleva un avance muy importante en la comercialización y sólo restaría por venderse alrededor del 10% del volumen cosechado en esta zafra.
"La venta de soja está enlentecida por un tema de oferta, debido a que tanto los acopiadores como los importadores están esperando que termine el recibo total para cubrir faltantes, si en todo caso los hubo y luego ver el saldo", explicó el principal de Agrosud.
Los valores alentaron mucho a los productores a vender sus cosechas temprano.
"Se hizo una venta importante y en el desarrollo de la zafra, a partir de la segunda quincena de abril y hasta hace unos 25 días, tuvimos un precio muy sostenido que no se esperaba", explicó el operador local.
Según el contexto regional y mundial, "todos esperaban que los valores estuvieran en el rango de US$ 400 a US$ 450 y no en el rango de US$ 450 a US$ 500. Esos precios se pudieron sostener porque Estados Unidos se quedó sin soja, tuvo que importar desde Brasil y eso le dio un sostén muy firme a las posiciones más inmediatas en el mercado de Chicago", recordó Villamil.
El productor supo capitalizar esta situación, en un año complicado por los trastornos climáticos que se hicieron sentir sobre los cultivos y por la suba de los costos en las empresas agrícolas. Mientras China siga demandando soja, sosteniendo firme los precios, la oleaginosa seguirá siendo la que pague las cuentas.
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