Muy dispares y con caídas importantes en el sur santafesino y noreste bonaerense, los rindes de la soja de primera no han sido lo que se esperaba.
Las condiciones propicias para la actividad cosechera descorrieron el velo de las productividades y dejaron un gusto amargo en una amplia zona de la región núcleo. Sólo en el este cordobés los rindes cumplieron y se encaminan a los 38 qq/ha. Se pasó del 53% al 78% del área cosechada en la última semana. Distinto es para la soja de segunda. Los lotes cosechados muestran eximia uniformidad y rindes acotados entre 28 y 32 qq/ha. Se avecina la campaña triguera con un aumento en la intención de siembra del 20%.
La escasa humedad atmosférica combinada con la intensa radiación solar del fin de semana largo condujo a un progreso del 25% respecto de la semana anterior. La evolución de la cosecha de soja de primera alcanza el 78% en el corazón productivo de la región centro. Los promedios se estabilizan en 33 qq/ha pero los valores extremos del rango están alejados. En sur de Santa Fe y el noreste bonaerense hay una disminución de 5 quintales respecto de los rindes normales. Pero el este cordobés sorprende con medias por encima de lo normal, oscilando en 38 quintales.
La trilla de los lotes de soja de segunda en el sur santafesino y este cordobés tienen un profundo avance del 60%. En el resto de las zonas el progreso es poco o nulo. Con lotes muy parejos y promedios próximos a los de primera, el cultivo de soja de segunda ha sorprendido por su excelente comportamiento. Los rindes son holgadamente superiores al de un año normal con promedios de 28 a 32 qq/ha.
Paulatinamente el cabezal maicero se reactiva y la cosecha va llegando a la recta final. Con un 25% del cereal en pie, lo obtenido hasta ahora se afianza en 70 qq/ha como promedio. Se destaca el este cordobés con mejores productividades pero la generalidad de la región muestra una baja de 15 qq/ha respecto a los rindes clásicos.
El cereal tardío y de segunda cursa su madurez fisiológica y espera la cosecha para fines de mayo y principios de junio. Con inigualable condición pero con riesgos de heladas, las esperanzas de buenos rindes permanecen intactas; entre 80 y 90 qq/ha.
El trigo arranca con el pie derecho para la campaña 2014/15. Las óptimas condiciones de humedad del perfil del suelo y el precio del cereal empujan las decisiones de siembra a favor de expandir el área cultivada en un 20%. También se destaca como causa de este incremento la necesidad de rotación de cultivos y de financiamiento. No obstante, en algunas zonas el trigo es todavía una incógnita hasta la culminación de la colecta de soja.
La escasa humedad atmosférica combinada con la intensa radiación solar del fin de semana largo condujo a un progreso del 25% respecto de la semana anterior. La evolución de la cosecha de soja de primera alcanza el 78% en el corazón productivo de la región centro. Los promedios se estabilizan en 33 qq/ha pero los valores extremos del rango están alejados. En sur de Santa Fe y el noreste bonaerense hay una disminución de 5 quintales respecto de los rindes normales. Pero el este cordobés sorprende con medias por encima de lo normal, oscilando en 38 quintales.
La trilla de los lotes de soja de segunda en el sur santafesino y este cordobés tienen un profundo avance del 60%. En el resto de las zonas el progreso es poco o nulo. Con lotes muy parejos y promedios próximos a los de primera, el cultivo de soja de segunda ha sorprendido por su excelente comportamiento. Los rindes son holgadamente superiores al de un año normal con promedios de 28 a 32 qq/ha.
Paulatinamente el cabezal maicero se reactiva y la cosecha va llegando a la recta final. Con un 25% del cereal en pie, lo obtenido hasta ahora se afianza en 70 qq/ha como promedio. Se destaca el este cordobés con mejores productividades pero la generalidad de la región muestra una baja de 15 qq/ha respecto a los rindes clásicos.
El cereal tardío y de segunda cursa su madurez fisiológica y espera la cosecha para fines de mayo y principios de junio. Con inigualable condición pero con riesgos de heladas, las esperanzas de buenos rindes permanecen intactas; entre 80 y 90 qq/ha.
El trigo arranca con el pie derecho para la campaña 2014/15. Las óptimas condiciones de humedad del perfil del suelo y el precio del cereal empujan las decisiones de siembra a favor de expandir el área cultivada en un 20%. También se destaca como causa de este incremento la necesidad de rotación de cultivos y de financiamiento. No obstante, en algunas zonas el trigo es todavía una incógnita hasta la culminación de la colecta de soja.
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