Rica en nutrientes y considerada como mejor reemplazante de la carne, la legumbre venerada en Oriente se sumó desde hace rato a la mesa rioplatense. Sus múltiples propiedades inciden notablemente en nuestro organismo, por eso, se convirtió en un alimento esencial para grandes y chicos.
China cultiva soja desde hace más de cuatro mil años pero recién en los últimos su consumo y sus derivados comenzaron a tener preponderancia en los países europeos. Hoy todos la distinguen como la legumbre más completa en relación al resto, tanto por su calidad como por la cantidad de nutrientes que aporta y la importancia de éstos para la salud, publicó la semana pasada Diario Uno.
La soja fue por muchos años una gran desconocida. Se la vinculaba únicamente con vegetarianos y a sociedades concretas, pero hoy se extiende la conciencia sobre sus bondades y propiedades como ingrediente en alimentos de consumo habitual.
PROTEÍNA Y ACEITE.
La semilla de soja está compuesta principalmente por proteína y aceite, mientras que el resto de su composición son hidratos de carbono y ceniza. Su riqueza proteica la convierte en una buena sustituta de productos cárnicos, por ser ésta de muy buena calidad y por aportar aminoácidos esenciales.
En su composición se encuentran elementos tan interesantes para la salud como los isoflavonas, la lecitina, ácidos grasos esenciales o fibra. De este alimento, además, pueden obtenerse multitud de derivados, como el aceite de soja, salsa de soja, brotes de soja, el tofu, la bebida de soja, tempeh, miso, etc.
BENEFICIOS EN LA SALUD.
Entre los beneficios de la soja en la salud de aquellos que la consumen, el artículo de Diario Uno afirma que se le asignan propiedades sobre la salud, como la de ser fuente de proteínas en la alimentación, prevenir trastornos cardiovasculares, aliviar los trastornos de la menopausia por la acción de las isoflavonas y los fitoestrógenos, prevenir la osteoporosis en la mujer o reducir la tasa de glucosa sanguínea.
SUS PROTEÍNAS SON EQUIPARABLES A LA CARNE
A pesar de las investigaciones que hacen referencia a los beneficios de esta semilla, hay muchas fuentes que discuten sus propiedades y discrepan sobre los resultados, discutiendo fundamentalmente las características de su siembra y cosecha. Sin embargo, en general, la soja es reconocida por ser la legumbre de mayor cantidad de proteína. Pero se destaca también por la gran calidad de dicha proteína, prácticamente equiparable a la de la carne, añade el artículo.
Además, la soja es la planta leguminosa que más proteína utilizable produce por hectárea. Por lo general, las proteínas provenientes de los alimentos de origen vegetal tienen un bajo contenido de aminoácidos esenciales. La soja, en cambio, contiene estos aminoácidos en cantidad suficiente para satisfacer las necesidades de un adulto normal.
La proteína de soja presenta gran estabilidad al calor, lo que le permite resistir la acción a temperaturas más elevadas y trabajar con sus derivados fácilmente en la cocina. Esta porción de soja cobra suma importancia en las dietas vegetarianas, y en las personas que desean obtener una alimentación saludable libre de grasas saturadas y de proteínas de origen animal.
La sabiduría oriental va contagiando a todo Occidente y, de hecho, los habitantes de países asiáticos que consumen una dieta tradicional incluida la soja, son mucho menos propensos a padecer enfermedades cardíacas, cáncer de mama y de próstata, fractura de cadera derivada de la osteoporosis.
LA SOJA Y LA HOMOSEXUALIDAD.
La única crítica de peso y atendible que tiene la soja tiene que ver con su siembra y cosecha, con los espacios que se dedican a ella. Sin embargo hay quienes le atribuyen el peligro de poder convertir en homosexuales a sus consumidores.
Una comunidad ultraortodoxa judía considera que “comer productos con soja podía haberte vuelto gay”. En Gur Hasidim, una comunidad ultraortodoxa en Israel, sus rabinos han prohibido a los estudiantes masculinos de su escuela que coman productos que contemplen la soja como ingrediente. En opinión de estos rabinos: “tomar estos productos puede conducir a una feminización y una sexualización de los estudiantes. Con los consiguientes riesgos para la moral, claro”, informó el portal In Out Post.
Un comunicado que fue distribuido en el colegio por los rabinos informa: “Tomar productos con soja tan solo una vez a la semana pude conducir a una excitación indeseada”. Los religiosos entienden que la soja contiene hormonas perjudiciales para los alumnos que además de favorecer la homosexualidad aceleran la madurez sexual.
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