MEXICO es uno de los cinco principales productores de abejas a nivel mundial y el segundo en exportaciones. Sin embargo, los apicultores se han visto afectados por el ataque del ácaro de la varroa, el cual se alimenta de la hemolinfa de las abejas.
Actualmente, los productos utilizados para su control son de origen sintético, pero enfrentan el problema de que los ácaros generan resistencia a este tipo de productos lo que reduce su efectividad. Además, no es extraño encontrar trazas de estos productos en la cera de las abejas o en la miel.
De acuerdo a una investigación realizada por el INIFAP, Instituto nacional de investigaciones forestales agrícolas y pecuarias, el número de colonias infectadas con varroa y que no han sido tratadas, sufren una merma en su producción de hasta 65% en comparación con las que sí han sido tratadas.
Analizando esta disyuntiva, los investigadores del INIFAP, expusieron a los apicultores respecto del control orgánico de esta peste utilizando timol en polvo que es económico y fácil de usar, no genera resistencia por parte del ácaro y no genera residuos que puedan ser detectados posteriormente tanto en la cera de abejas como en la miel.
Miguel Arechavaleta, Investigador senior del instituto, explicó que de todos los productos orgánicos que han estudiado, el timol ha dado los mejores resultados. Este es un aceite esencial que se obtiene a partir del tomillo y el orégano. Actualmente existen productos para el control de la varroa que incluyen el timol pero el método desarrollado por este centro de investigación es más barato y fácil de usar por los apicultores.
La metodología propuesta consiste en usar el timol en polvo mezclado con azúcar. La mezcla se ubica sobre papel de aluminio dentro de las colmenas 90 días antes de que comience el período de floración. “La mayor parte de la miel producida en México es exportada a Europa, en donde los estándares de inocuidad son bastante elevados y prestan especial importancia a los residuos químicos. Lo anterior justifica la importancia de tratar la varroa con productos orgánicos” indicó Arechavaleta.
Este método se puede usar no solo en explotaciones destinadas a la producción de miel, polen o jalea real, también es posible utilizarlo en explotaciones destinadas a dar servicios de polinización y a la producción de material vivo.
Este método se puede usar no solo en explotaciones destinadas a la producción de miel, polen o jalea real, también es posible utilizarlo en explotaciones destinadas a dar servicios de polinización y a la producción de material vivo.
El investigador, especializado en genética de abejas, indicó que el desarrollo de esta tecnología fue recientemente publicado en INIAP y que se encuentra actualmente en proceso de validación realizando pruebas de campo en conjunto con apicultores.
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