Chubut – Esta empresa de capitales canadienses venía operando hasta ahora con una autorización provisoria ya que requiere de permisos de pesca oficiales que prometiera el gobierno provincial.
Esto motivó que prácticamente la totalidad de los aproximadamente 60 operarios decidieran bloquear a partir de ayer los portones de acceso al puerto en defensa de su fuente laboral, lo cual ocasionó inconvenientes a otras actividades, impidiéndose incluso el ingreso de camiones cisternas a la planta de combustibles de Petrobras.
Este último detalle no es menor ya que de persistir el conflicto, las localidades de la zona norte santacruceña afrontarían desabastecimiento de nafta y gasoil, teniendo en cuenta que también allí se estaban abasteciendo temporariamente los camiones de YPF.
Es que por el conflicto de los maestros en Comodoro Rivadavia la empresa de bandera no envía combustible a Santa Cruz desde la planta que posee en el barrio General Mosconi de la ciudad chubutense argumentando razones de seguridad.
Este último detalle no es menor ya que de persistir el conflicto, las localidades de la zona norte santacruceña afrontarían desabastecimiento de nafta y gasoil, teniendo en cuenta que también allí se estaban abasteciendo temporariamente los camiones de YPF.
Es que por el conflicto de los maestros en Comodoro Rivadavia la empresa de bandera no envía combustible a Santa Cruz desde la planta que posee en el barrio General Mosconi de la ciudad chubutense argumentando razones de seguridad.
INCERTIDUMBRE
Por otro lado, cabe recordar que gran parte de los trabajadores (tanto hombres como mujeres) pertenecieron anteriormente a la planta procesadora de pescados de la española Conarpesa, la cual dejó de operar hace más de un año y cedió sus instalaciones a la centollera.
En una carta dirigida a toda la comunidad, señalaron que “el 26 de agosto entramos a trabajar después de haber estado durante un año sin ocupación y esta fue la única propuesta que tuvimos para el sustento de nuestras familias”.
Una vocera del grupo, María Avilés, indicó que los empresarios les informaron que “ellos tienen todos los papeles en regla y por lo visto el tema de los permisos de pesca está trabado en el Ministerio de la Producción de la provincia y no sabemos por qué”.
Al mismo tiempo reparó que “fue la provincia quien propició que esta empresa se radique en Caleta y que nos pusiera en relación de dependencia, pero ahora está visto que el 26 de noviembre termina una autorización provisoria de tres meses. Si no llegan los permisos, Yaganes se va y nosotros volveremos a quedarnos en la calle”.
Por otro lado, cabe recordar que gran parte de los trabajadores (tanto hombres como mujeres) pertenecieron anteriormente a la planta procesadora de pescados de la española Conarpesa, la cual dejó de operar hace más de un año y cedió sus instalaciones a la centollera.
En una carta dirigida a toda la comunidad, señalaron que “el 26 de agosto entramos a trabajar después de haber estado durante un año sin ocupación y esta fue la única propuesta que tuvimos para el sustento de nuestras familias”.
Una vocera del grupo, María Avilés, indicó que los empresarios les informaron que “ellos tienen todos los papeles en regla y por lo visto el tema de los permisos de pesca está trabado en el Ministerio de la Producción de la provincia y no sabemos por qué”.
Al mismo tiempo reparó que “fue la provincia quien propició que esta empresa se radique en Caleta y que nos pusiera en relación de dependencia, pero ahora está visto que el 26 de noviembre termina una autorización provisoria de tres meses. Si no llegan los permisos, Yaganes se va y nosotros volveremos a quedarnos en la calle”.
NUEVA PROMESA
Por su parte, al ser contactado telefónicamente a mediodía de ayer por el portal digital Voces y Apuntes, el ministro de la Producción, Rafael Gilmartin, manifestó que personal técnico de esa cartera ya estaba manteniendo reuniones con los responsables de Yaganes, a fin de acordar una propuesta para destrabar el conflicto.
La misma consistiría en otorgarle permisos para la captura de centolla al sur del paralelo 48 a fin de evitar la depredación de la especie.
El funcionario, que se encontraba en Buenos Aires participando de reuniones por las obras de las represas sobre el río Santa Cruz, precisó además que con Yaganes se habían presentado dos inconvenientes que son de complicada resolución.
En ese sentido, explicó que al momento de darse a conocer el proyecto industrial había quedado establecido el uso de un determinado tipo de barcos para las capturas “que difiere con los que están utilizando” y que además “surgió un informe del INIDEP que restringe la pesca de la centolla en el Golfo San Jorge, por peligro de extinción del producto”.
“Ante estas situaciones, no se pueden dar a la ligera los permisos” sostuvo el ministro, por lo cual reiteró que se evaluaba otorgarlos para que la empresa pueda pescar sin alterar disposiciones legales, pero al sur del 48, descargando el producto en el puerto de San Julián para luego trasladarlo hacia el puerto caletense.
“Esto sería el principio de solución, pero que se entienda que no es que no se quieren entregar los permisos sino que es una cuestión de responsabilidad”, afirmó
Por su parte, al ser contactado telefónicamente a mediodía de ayer por el portal digital Voces y Apuntes, el ministro de la Producción, Rafael Gilmartin, manifestó que personal técnico de esa cartera ya estaba manteniendo reuniones con los responsables de Yaganes, a fin de acordar una propuesta para destrabar el conflicto.
La misma consistiría en otorgarle permisos para la captura de centolla al sur del paralelo 48 a fin de evitar la depredación de la especie.
El funcionario, que se encontraba en Buenos Aires participando de reuniones por las obras de las represas sobre el río Santa Cruz, precisó además que con Yaganes se habían presentado dos inconvenientes que son de complicada resolución.
En ese sentido, explicó que al momento de darse a conocer el proyecto industrial había quedado establecido el uso de un determinado tipo de barcos para las capturas “que difiere con los que están utilizando” y que además “surgió un informe del INIDEP que restringe la pesca de la centolla en el Golfo San Jorge, por peligro de extinción del producto”.
“Ante estas situaciones, no se pueden dar a la ligera los permisos” sostuvo el ministro, por lo cual reiteró que se evaluaba otorgarlos para que la empresa pueda pescar sin alterar disposiciones legales, pero al sur del 48, descargando el producto en el puerto de San Julián para luego trasladarlo hacia el puerto caletense.
“Esto sería el principio de solución, pero que se entienda que no es que no se quieren entregar los permisos sino que es una cuestión de responsabilidad”, afirmó
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