viernes, 29 de noviembre de 2013

Axel Kicillof y el mal presagio de los analistas liberales en Argentina


Para los expertos argentinos más liberales, el nombramiento del economista de formación marxista por razones obvias no genera confianza, principalmente por su gestión como viceministro de la cartera de Economía.
Proveniente de la Cámpora, el círculo más cercano al liderazgo político de la familia Kirchner, Axel Kicillof habría llegado a la cabeza del ministerio de Economía por su vínculo con Máximo, hijo de Néstor y Cristina, una cercanía afectiva y suficiente para que fuera designado en un cargo en el que muchos no desean verlo instalado. Ligado a los postulados de la economía marxista, y por ende heterodoxo en sus ideas, es un fiel seguidor del Kichnerismo, quizas por eso también Cristina Fernández confió en él, dicen algunos analistas.
Fausto Spotorno, director del área de Research del Centro de Estudios Económicos de Orlando Ferreres, afirma en este sentido que “hay que tomar este nombramiento en un sentido más amplio. Con la designación de Jorge Capitanich -quien es economista- como jefe de Gabinete, no sólo se designa a un jefe de Gabinete, sino que puede ser considerado como un súper ministro de Economía, ya que por muchos años fue jefe de Axel Kicillof en el pasado”, y agrega que “Kicillof tendrá más poder que otros funcionarios que antes estuvieron ahí. Tendrá plenos poderes y no tendrá que negociar con otros interlocutores”.
Por eso Spotorno se atreve a proyectar que aunque tendrá más facultades, lo cual permite ordenar el escenario, “Kicillof igual genera cierta disrupción, por sus posturas más bien heterodoxas”.
Aldo Abram, director ejecutivo del think tank Libertad y Progreso, se explica la inyección de ADN “La Cámpora” en el gabinete porque “el nombramiento de Kicillof apunta a una profundización del modelo, pero con ciertas características más formales de lo que venía siendo la gestión política, económica y social de este gobierno”, un viraje que se ejemplifica “con la salida de Guillermo Moreno, ex secretario de Comercio interior”.
¿Se pueden adelantar cuáles serán las políticas de la gestión de Áxel Kicillof? Para Abram no queda claro qué es lo que se hará; “sí queda claro, sin embargo, que continuará una línea de de fondo, de corte populista, en el sentido de intentar organizar todo desde el gobierno”.
Esquema cambiario. Para los analistas consultados, la política económica del gobierno argentino debería focalizarse en el sistema cambiario. “El banco central está perdiendo continuamente reservas, a un ritmo peligroso”, advierte el director de Libertad y Progreso, quien añade para explicar el tema que “estos esquemas de control de cambio todos estallan, ya que para poder mantener un nivel de valor de divisa muy barato, la única manera que existe es que alguien provea el exceso de demanda que se genera por el bajo precio del dólar, y ese alguien es el banco central; llega un momento en que el emisor queda sin reservas y el modelo estalla”.
Abram es enfático en señalar que “para poder mantener un valor de dólar bajo, alguien debe poner la diferencia. En este caso debiese ser el banco central para proveer el exceso de demanda. Sin embargo, el gobierno sigue quitándole solvencia al emisor”. Frente a posibles soluciones para este embrollo, el economista resalta que “lo primero que se debería resolver es el problema del gasto público”.
Estatizaciones, confizcaciones… Más crítico del nombramiento y gestión del Axel Kicillof, es el economista Jose Luis Espert, pese a que “todavía no hay nada, sólo versiones”.
Lo que sí se puede hacer es “analizar lo que hizo el actual titular de la cartera, cuando fue viceministro de Economía”, plantea Espert, periodo en el que sus medidas “han sido todas un absoluto fracaso. Por ejemplo, el arreglo o posible arreglo con Repsol, por la parte confiscada a Repsol YPF”.
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“La estatización de YPF ha sido un absoluto fracaso. Recién ahora parece ser que hay un viso de solución con los españoles, a los cuales inicialmente se les dijo que se les expropió, pero en realidad se les confiscó”, aclara. Pero para el economista existe otro fracaso de Kicillof: “no sólo recién ahora, más de un año y medio despúes, se están cerrando los juicios con los cuales se ha manejado Repsol, sino que también la producción de petróleo ha seguido cayendo. La soberanía energética, tan promocionada a principio de 2012, cuando se estatiza YPF, de ninguna manera llegó”.
A juicio de Espert, “la balanza comercial energética de 2013, va a tener un déficit, que será el doble del déficit que hubo en 2012 (US$3.000M). Este año vamos a andar cerca de los US$7.000M de déficit comercial energético”, o sea, “la soberanía nacional energética no llegó”.
Otro de los errores de Kicillof como viceministro de Economía, según Espert, radica en el blanqueo de capitales. “El gobierno pensaba aumentar las reservas en US$4.000M por blanqueo, y no se alcanzó a blanquear ni el 10%, por tanto, es otro fracaso”.
¿Qué explica la designación? Espert considera que Cristina Fernández vio en Kicillof a alguien que tiene una visión de la economía que le es funcional a lo que quiere hacer: estimular el mercado doméstico, intervenir o ver los números que tienen las empresas, sin embargo, esta obsecuencia puede ser perjudicial.
Espert tampoco olvida el logro de Kicillof de “haber destruido la industria del biodiésel con sus medidas regulatorias”, y como guinda de la torta, su paso por Aerolíneas Argentinas “donde su gestión también fue desastroza. El déficit de la compañía está en US$2 millones por día”.
En cuanto a lo que debería realizar como ministro, Espert es claro, “debería tomar medidas, para que de manera orgánica se detenga la inflación y detenga la pérdida de reservas. Se necesita un plan que elimine el cepo, y para esto se necesita simultaneamente, un plan que contenga la emisión monetaria… aunque no hay ninguna chance de que lo anterior ocurra”.
autor :  Patricio Díaz

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