Los ministros de Agricultura de la Unión Europea (UE) han alcanzado un acuerdo sobre la reforma de la Política Agraria Común (PAC) que deberá aplicarse en el período 2014-2020 y que introduce un importante cambio en los criterios para la concesión de ayudas que perjudica gravemente los intereses del sector citrícola de la Comunitat Valenciana. El llamado pago verde (greening ) -que quiere impulsar las prácticas más sostenibles en la agricultura y representará un tercio del presupuesto de Bruselas- no incluirá a los cultivos de naranjas y mandarinas.
La UE ha flexibilizado las condiciones para otorgar esas ayudas al considerar a los “cultivos permanentes extensivos”, aunque con menos de 250 árboles por hectárea (que suponen el 71 % del olivar y el 60 % en frutos secos) como superficies de “interés ecológico” para el cumplimiento del requisito del componente verde. Así las cosas, las citadas superficies excluirán las extensiones naranjeras, pues estas cuentan con una densidad media de entre 350 y 450 árboles por hectárea.
Las ayudas que reciben los cítricos tan solo representan en la actualidad el 5 % de los costes de producción. “Aunque se trate de una ayuda testimonial ahora se verá reducida todavía más”, lamentó ayer el presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado, tras mostrar su contrariedad con la negociación llevada a cabo por el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete. El pago único a los cítricos as?ciende a unos 300 euros por hectárea en el caso de las naranjas y mandarinas durante estas últimas campañas. A partir de ahora se verá reducida en un 30 % si no cambia el texto la PAC durante su tramitación en el Parlamento de la UE.
Un reciente estudio sobre la huella del carbono en las plantaciones de cítricos elaborado por el Instituto Valenciana de Investigaciones Agrarias (IVIA) estimó que los campos de cítricos jóvenes representaban un balance nulo-no secuestraban más CO2 del que producen-. Con todo, los árboles adultos serían responsables de fijar anualmente 865.000 toneladas de CO2, es decir el equivalente a 150.000 vehículos. Este informe avala, sin duda, el componente ecológico de las superficies citrícola.
Respecto al presupuesto global de la PAC, el secretario general de la Unió, Ramón Mampel, advierte de que se limitarán las ayudas a las superficie potencialmente elegible que se declaró en el año 2011. Además, se suprime la obligatoriedad de una tarifa plana para todos los agricultores y ganaderos en 2019.
En ese sentido, el dirigente de la Unió echa en falta “una mayor concreción para establecer las ayudas en función de las regiones agrarias, así como la no definición por parte del Consejo de qué entiende agricultor activo a la hora de ser perceptor de las ayudas comunitarias”.
Cadena alimentaria
La organización agraria que dirige Aguado también lamentó la falta de concreción de medidas de mercado que corrijan, por ejemplo, los desequilibrios en la cadena agroalimentaria. En ese capítulo reclama que la PAC imponga los contratos obligatorios en el campo y seguros de ingresos o mecanismos correctores de la renta de los agricultores. “Hace falta un precio más justo para frutas y hortalizas”, puntualizó Aguado. AVA considera que las ayudas a la superficie por pago único [desvincula pagos en función de la producción] “no nos puede beneficiar tanto porque amplias zonas carecen de subvenciones”.
Fuente: Levante
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