Asechado por sus deudas, Ricardo Senor y sus socios no pisan suelo entrerriano. Grandes Máquinas ya no tiene actividad en Concepción del Uruguay. En su galpón no hay herramientas pero el Grupo Senor sigue sumando cheques rebotados. Entre el 29 /06 y el 18/07, 15 documentos sumaron $ 292.115 cifra que se agregan los $ 3 millones en documentos sin fondos.
El escándalo que rodea a la “fábrica” de cosechadoras que el Gobierno nacional presentó para ser exportadas a Angola pero que nunca funcionaron, todavía pesa sobre la política entrerriana. Un informe publicado en el mensuario “El Miércoles”cuenta que, “despacio y en silencio, el Grupo Senor va tocando retirada luego del escándalo de los últimos meses”. Menciona “el embargo judicial de todos los activos existentes en el galpón del Puerto y el cierre de las oficinas en Córdoba”.
Dice que, “para colmo”, la única cosechadora que se armó Grandes Máquinas “quedó en Angola, rota”. Se trata de la Maag Mitos, la misma a la que se subió la Presidente Cristina Fernández cuando fue presentada frente a la Casa Rosada.
Ricardo Senor y sus socios, su hijo del mismo nombre y Sergio Scravaglieri, ya no van a Concepción del Uruguay. Para colmo, el escándalo por la única cosechadora armada -que no anda- y el libramiento de cheques voladores se agravó por el embargo de la totalidad de los bienes de Grandes Máquinas existentes en la planta, donde se “fabricó” la Maag Mitos, y que parece ser el “tiro de gracia” de la historia en la que millones de pesos están en danza: los más de $ 5 millones en subsidios y los más de $ 3 millones en documentos sin fondos.
El pasado 29/06, mientras el gobernador Sergio Urribarri festejaba el aniversario del Congreso de Oriente, la Justicia de Córdoba (a través de su par entrerriana) embargó todos los bienes de la sociedad. Era hasta un valor de $ 2 millones , pero todo lo existente en el galpón naranja no alcanzó a cubrir la cantidad requerida, lo que evidencia la escasa “inversión”.
Como complemento de la inactividad prácticamente total de Grandes Máquinas -donde casi no hay herramientas-, las promesas y los pagos incumplidos a la decena de personas que prestan labores allí y a muchos de sus proveedores. Como telón de la historia, el Grupo Senor cerró abruptamente sus oficinas centrales en Heraclio Román 3750, en la capital cordobesa. Mientras sigue sumando cheques rebotados, incluso después de la fecha del embargo, ya que el Banco Central registró el último rechazo el 18/07. Entre el 29 de junio y esa fecha, 15 documentos sumaron $ 292.115 a la cifra millonaria total de papeles sin fondo.
Todo esto a pesar de que el pasado viernes 13/07, el gobierno de Entre Ríos publicó en el Boletín Oficial el decreto nº 529 del Ministerio de Economía firmado el 19 de marzo en donde “se implementa una operación de préstamo por hasta la suma de $1.000.000 a otorgar a la Sociedad Anónima Grandes Máquinas de Concepción del Uruguay S.A. con destino a la incorporación de más capital de trabajo a la empresa, el que se otorgará a través del Fondo de Inversiones de Entre Ríos (FINVER)”.
La norma del Ejecutivo entrerriano también da cuenta de que en 2009 mediante el decreto nº 4432 se dió una suma de $ 574 mil a la empresa del Grupo Senor con destino a “radicar en la Provincia de Entre Ríos una fábrica cosechadora”. También certifica que en 2011 mediante el decreto nº 96 la implementación de una operación de crédito por $ 4 millones a favor de la empresa Grandes Máquinas de Concepción del Uruguay, perteneciente al grupo Senor. Con el nuevo otorgamiento de $ 1 millón , se completa la suma total de $ 5,5 millones que se concedieron a la empresa.
Rota en Angola
La única cosechadora que Senor armó en Concepción del Uruguay se salvó de caer en manos de la Justicia, puesto que no estaba en el galpón por encontrarse aún en Angola. Lo increíble es que la Maag Mitos en que se subió la presidente Cristina Fernández de Kirchner, fue llevada al África tal como quedó luego de las cortas pruebas en el campo de Colonia Los Ceibos: rota.
Mientras la desembarcaban y la llevaban a la muestra realizada en Luanda, la capital angoleña, se rompió aún más y debieron dejarla inmóvil en el stand de la exposición. Fue por eso que en el procedimiento judicial sólo pudo inventariarse un chasis sin terminar, 20 neumáticos de la Maag Mitos traseros y delanteros, 14 computadoras, compresores de aire, máquinas herramientas varias, un autoelevador, mobiliario de las oficinas, biombos y separadores metálicos, que no alcanzaron para cubrir los dos millones de pesos. Es que la máquina quedó en suelo africano no porque fue vendida, sino por su enorme deterioro que impedía su traslado.
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