A raíz de las subas de tributos.
Mientras en la pista central los jurados no cesaban de evaluar los mejores ejemplares de la ganadería vacuna, en otros salones de la Exposición Rural de Palermo se juzgaban los números de la economía. En un panel de especialistas integrado por Marcelo Capello y Juan Manuel Garzón, presidente e investigador, del Ieral-Fundación Mediterránea, respectivamente; Ernesto Ambrosetti, economista jefe del Instituto de Estudios Económicos de la Sociedad Rural Argentina (SRA), y Ricardo Negri (h.), economista de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea) se analizó la presión impositiva que afecta a la actividad agropecuaria.
Capello explicó que la presión tributaria global de la Argentina, con el 38 por ciento, es la más alta de América latina, junto con Brasil. “Chile tiene el 29%, Perú, 27% y México, 25%”, dijo el economista. Pero si se sigue la evolución de la presión tributaria, tomada como proporción del PBI, se descubre que en la Argentina pasó del 22% en la década del noventa al 36 por ciento en 2011 (al sumarse dos puntos por inflación se llega al 38%),según explicó el economista.
Capello dijo que el agro es uno de los sectores de la economía más afectados por la presión impositiva.
Al respecto, Negri (h) presentó diversos ejemplos de establecimientos agropecuarios de la provincia de Buenos Aires. Entre ellos, explicó el impacto que tiene para un campo tipo de la Pehuajó el conjunto de impuestos nacionales, provinciales y municipales, así como los descuentos comerciales que se efectúan como consecuencia de la intervención en los mercados del trigo y del maíz.
Sostuvo que la presión tributaria global y los descuentos “se llevan el 84 por ciento del resultado económico que se puede obtener en un año promedio”. Dicho de otra forma, sólo tiene el 16% del resultado para sus gastos personales y para crecer.
El especialista del Movimiento CREA dijo que el impacto puede superar el cien por cien cuando el campo analizado sufrió sequía o si fue alquilado. En otros modelos, en partidos como Rojas y Tres Arroyos, la presión tributaria y los descuentos oscila entre el 76 y el 81 por ciento del resultado.
Otro aspecto que los especialistas observaron es la disparidad en el reparto de los tributos entra la Nación y la provincia. Ambrosetti señaló que a raíz de la reciente reforma aprobada por el gobierno de Daniel Scioli, para 2013 habrá ingresos adicionales de recaudación tributaria por poco más de 2800 millones de pesos. “De ese monto, la Nación recibirá el 64 por ciento, mientras que Buenos Aires tendrá el 36 por ciento restante”, advirtió. El mayor impacto de ese incremento lo provoca el impuesto a los bienes personales.
Garzón, por su parte, apuntó al problema de los derechos de exportación sobre la carne vacuna. Dijo que no cumplieron con su cometido de cuidar “a la mesa de los argentinos” ni de recomponer los stocks. “Desde 2002 el Gobierno recaudó 8200 millones de pesos, y el consumo de carne bajó un 12 por ciento desde entonces”, sostuvo. Además, el kilo promedio se incrementó desde 2001 en un 814%, a un ritmo de 25 por ciento anual.
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