martes, 18 de enero de 2011

DESCUBREN QUE LA LECHE DE OVEJA CONTIENE MÁS ÁCIDO BENEFICIOSO EN PRIMAVERA

El ácido linoleico conjugado tiene efectos anticancerígenos y antihipertensivos
Investigadores de la Universidad de León han descubierto que la leche de las ovejas contiene una mayor concentración de ácido linoleico conjugado en primavera que en otras estaciones. El CLA (en sus siglas en inglés), conocido por sus efectos anticancerígenos y antihipertensivos, puede ayudar a los ganaderos a dar salida al incremento de producción de leche de oveja que se produce durante esta estación.
El objetivo del estudio era revelar los factores ambientales que favorecen la presencia de ácidos grasos en la leche de oveja, muy beneficiosos para la salud. La investigación se basó en el análisis de lactaciones procedentes de catorce rebaños de Castilla y León teniendo en cuenta cinco factores de variabilidad: la composición del rebaño, el día de muestreo, la edad del animal, el momento de la lactación y la estación del año.
De todos los factores controlados, el más relevante resultó ser la estación del año en la que se produjo la lactación. En primavera, según la investigación, la concentración de CLA aumenta entre un 30 y un 44%, debido principalmente a la alimentación, que durante esta estación tiene una base pastosa que favorece la creación del ácido durante el rumen.
A partir de estos resultados, los investigadores esperan determinar las mejoras genéticas que podrían realizarse para mejorar la calidad de la leche de oveja.
Fuente: CONSUMER EROSKI

¿QUE ES EL ACIDO LINOLÉICO?
El ácido linolénico conjugado (CLA) es una molécula que ha suscitado mucho interés gracias a los resultados obtenidos en estudios sobre el depósito y metabolismo de los lípidos en modelos animales. Sin embargo, en estudios más amplios en personas se demuestra que el efecto no se da exclusivamente en el ámbito de las grasas, sino que también quedan afectados otros sistemas, como la regulación del metabolismo de los azúcares y los mecanismos de oxidación celular. Todos estos efectos, evaluados en su conjunto, provocan un replanteamiento de su aplicación, básicamente por una actividad inferior a la esperada, por el riesgo de aumento de la oxidación celular y por la inducción a resistencia a la insulina.
CLA es el nombre que se le ha dado a un grupo de ácidos grasos insaturados con 18 átomos de carbono, con dos dobles enlaces conjugados, que suelen estar en los carbonos 9 y 11 o en los 10 y 12, y pueden estar en forma de cis o trans. Estos isómeros son componentes minoritarios de la fracción lipídica y se pueden encontrar en la carne, especialmente en la de vacuno y ovino, en su leche y derivados. Desde principios de este siglo, algunos estudios han sugerido que el CLA podía tener efectos beneficiosos sobre la composición corporal y sobre el metabolismo de la glucosa y los lípidos, a partir de lo cual empezaron a considerarse para su uso y consumo.
Al mismo tiempo se ha visto como una sustancia capaz de abrir el camino a un mejor conocimiento de la regulación de la energía en el organismo, incluso considerando la posibilidad de que pudiese ayudar a modularla mediante diversas sustancias, no muy abundantes en la naturaleza, pero tampoco absolutamente extrañas a nuestra dieta. No obstante, los estudios que se han ido diseñando en estos años en personas han dado resultados muy contradictorios. Mientras los primeros datos parecían indicar efectos positivos similares a los observados en animales de experimentación, casi simultáneamente aparecieron otros datos que señalaban efectos muy negativos.
Acción del CLA
El CLA tiene capacidad de producir citoquinas con acción antiinflamatoria El conocimiento del mecanismo de acción de cualquier ingrediente nuevo que pueda emplearse en alimentación humana para obtener alimentos funcionales es fundamental, puesto que permite prever si puede tener una acción positiva real o si puede tener efectos secundarios. En este sentido, uno de los mecanismos por los que se señala el CLA como un ingrediente interesante se basa en su capacidad para sobre-producir citoquinas con acción antiinflamatoria. Sin embargo, existen datos que demuestran que se produce una activación simultánea de los receptores PPAR, lo que implica la acción contraria, es decir, la activación de mecanismos de oxidación celular, con detección de la formación incluso de sustancias que facilitan o estimulan la oxidación celular como la α-TNF.
Juan José Rodríguez Jeréz

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