Los últimos martillazo van cayendo de una zafra voluminosa, intensa, y activa. Para algunos las señales en el año para la cría fueron claras. Desde una demanda sostenida tanto por aquellos que compran terneros con destino a la exportación, como de los invernadores que son la parte final de una cadena que comienza precisamente en la cria. Aunque en este mundo globalizado no hay certezas, nada hace pensar que disminuya la demanda por carne, ni que se dejen de exportar teneros en pie. Sumando a esto un clima que ha sido bueno en general para la ganadería, las señales que el productor percibió a la hora de invertir en genética fueron más positivas que en otros años.
Obviamente que podríamos hilar más fino y hablar de los buenos resultados que se obtienen en el rodeo si se compra un toro con datos, libre de enfermedades y con la habilidad de monta, o la repuesta inmediata que tienen las terneradas convirtiendo pasto en carne rápidamente si los antecedentes genéticos son buenos. Sin dudas que los mensajes quizás a la mayoría le llegan por el “bolsillo” en un momento que no hay negocio garantido, pero de toda la cadena es “la cría el eslabón que mejores dividendos está dejando “, según los especialistas.
Analizando algunos datos, concluimos que octubre fue muy intenso en este 2017, donde se colocaron 5.375 toros, el 84.5 % de la zafra que finalizó colocando 6.373 reproductores.
Gráfica sobre la evolución de los remates realizados en octubre en los últimos 3 años:
Razas
La raza Aberdeen Angus y la Hereford son las que más reproductores ofrecen en cada año, y en este 2017 no fueron la excepción, comercializando entre ambas 5.304 toros, un 83.2 % del total de animales vendidos. La tendencia hacia el Angus se ha acrecentado en las últimas zafras relevadas. Para poner un ejemplo, vale recordar que en la zafra 2014, donde las diferencias solo fueron de 82 ejemplares, este año la diferencia fue de 1000 toros en favor de los Angus.
En el caso del Aberdeen Angus, se comercializaron 3.157 toros, con una colocación del 94,46 % de la oferta y un promedio de U$S 2.638.75. Del total vendido, los Angus representaron el 49.5 % de los animales que se vendieron.
En el caso de la raza Hereford, se vendieron 2.147 toros con un 85 % de colocación, a un promedio de U$S 2.731,87. Del total representan el 33.6 % de los toros vendidos
Por su parte, la raza Bradford, con 292 toros vendidos a un promedio de U$S 2.634 y una colocación del 90.5 %, aparece en el tercer lugar, seguida de la raza Brangus con 275 toros vendidos a un promedio de U$S 2.508 y una colocación de 91 %.
Siguiendo las tendencias de años anteriores a nivel departamental, Durazno y Tacuarembó se “disputan” el primer lugar en cuanto a toros vendidos. Este año Durazno aparece con 1.097 toros vendidos, un 93 % de colocación a un promedio de U$S 2.753, seguido de Tacuarembó, que vendió 909 reproductores a un promedio de U$S 2.572,93 colocando también el 93 % del total ofertado. Los cambios aparecen en el tercer lugar, porque Rocha, que siempre comercializó en el entorno de los 400 toros, en esta zafra vendió arriba de 600 reproductores a un promedio de U$S 2.413. Cerro Largo pasó al cuarto lugar con 580 toros vendidos a un promedio de U$S 2.495
La oferta de toros en 2017 creció un 10.5 % con respecto al año pasado, pasando de 5.833 a 6.373.
La inversión de este año en genética adquirida en remates de cabaña y exposiciones alcanzó a U$S 17.399.490.-
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