La inteligencia artificial llega a las industrias pesqueras

Las empresas transformadoras de pescado incorporan poco a poco técnicas de inteligencia artificial a sus cadenas de montaje. Investigan las posibilidades que se abren con escáneres y robots para distinguir el sexo, la especie o el ejemplar idóneo para una lata.

La implantación de sotfwares que sustituyen al ojo humano o la aplicación en las conserveras de procesos de las fábricas de coches destacan entre los proyectos de inteligencia artificial con los que trabaja la industria pesquera, a escala europea, para aumentar su eficiencia.

Representantes del sector pesquero de la Unión Europea (UE) y de Islandia han constatado que la inteligencia artificial es importante para ganar valor de la producción, durante una conferencia en Madrid, organizada por Eurofish y el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.

Un ejemplo es el sistema “Tunascan”, que identifica especies de túnidos para conserva -como patudo o rabil (atún claro), mediante un escáner que clasifica según tallas, especies o peso.

Ojo artificial para distinguir atunes en tiempo real

Se trata de una máquina cuyo “corazón” o “cerebro” es el ordenador que identifica los ejemplares, los escanea en 3D y convierte datos en información digitalizada que llega a toda la empresa, según explica a Efeagro el director de Marexi, Iñaki Miniño.
“Mediante inteligencia artificial se extraen características que nos permiten asegurar de qué especie se trata sin hacerle un análisis de ADN”, según el responsable de Marexi, empresa desarrolladora y propietaria intelectual de “Tunascan”.
El pescado pasa por las cintas transportadoras y la máquina lo examina, con láser y cámaras.
Con esta visión artificial, se consigue mayor precisión y se subsanan errores humanos, propios de la distinción “a ojo” entre unos pescados y otros a la hora de recibir los atunes; además, ofrece la posibilidad de tener información en tiempo real, según los responsables del proyecto.

Máquina de clasificación de atún mediante un sistema de escaneo con visión artificial.

Miniño defiende que Tunascan es un proceso “disruptivo” en el ámbito pesquero internacional y detalla que esa lectura digital contribuye a solucionar un problema en el sector a la hora de diferenciar los atunes, que a veces les llevaba a incluirlos en una “categoría mix”.
Actualmente, la empresa gallega Atunlo (O Grove, Pontevedra) tiene este tipo de equipación, que han llevado al mercado Marexi y Hermasa.

Detección del sexo de un pescado

En el País Vasco, el Centro Tecnológico Azti-Tecnalia desarrolló “Quattro”, un sistema de visión inteligente, basado en un robot-araña, que se activa cuando toca el pescado en la cinta transportadora y sirve para distinguir su sexo y la presencia de caviar.
Según Azti-Tecnalia, esta tecnología -cuya patente vendió a la empresa estadounidense Adept- se aplica a la clasificación de verdel (caballa) por sexo, multiplica los aciertos y permite a una empresa que el personal que se dedicaba a esta tarea trabaje en otras actividades, como el fileteado.

¿Los robots elegirán los mejillones?

La Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas de Pescado (Anfaco-Cecopesca) ha puesto en marcha una investigación, con el objetivo de diseñar robots especiales para seleccionar si las unidades de mejillones son válidas o no para encajarlas en las latas.

Anfaco investiga cómo trasladar a las conserveras pesqueras tecnologías de la industria del automóvil

La investigadora de Anfaco Leticia Regueiro explica a Efeagro que el fin es conseguir que esa preselección, normalmente manual, se haga con visión artificial, para propiciar, por ejemplo, que sea más fácil la normalización y uniformidad al escoger una pieza del molusco; el proyecto está en fase de desarrollo.
Regueiro apunta que, en general, la división de I+D de Anfaco está apostando por la inteligencia artificial y estudia “cómo trasladar” a las conserveras “la automatización” y “robots” o piezas que vienen de las industrias del automóvil de Vigo -sede de la patronal conservera.-