Según la consultora agrícola holandesa Fruit Advies, en la actualidad se estima que la producción de manzanas de 2017 podría reducirse casi a la mitad con respecto al año pasado: 2,5 millones de toneladas en 2017 frente a 4,4 millones de toneladas en 2016.
Un exportador polaco ha confirmado que sospecha que las pérdidas de manzanas podrían ascender al 50%, y hasta un 80% en algunas regiones próximas a Varsovia. Las noticias son todavía peores para los productores del sur de Polonia, donde se cultiva en torno al 30% de la producción nacional y donde los productores se han visto todavía más perjudicados por las heladas.
"Hace dos semanas, cuando se produjeron las heladas, estaban contentos porque no habían causado tantos daños, ya que nuestros árboles florecen más tarde y estaban en la fase de desarrollo. Sin embargo, la helada de la semana pasada fue diferente, devastadora, porque todos los árboles estaban en flor", lamenta el exportador.
Cada vez más productores han invertido en riego, lo cual ha ayudado, pero muchos otros siguen utilizando métodos antiguos o no utilizan nada en absoluto.
Así como los daños varían de una región a otra, el efecto de las heladas también es distinto en función de la variedad. Se espera ver muchas pérdidas en variedades como Jonagold y Red Prince. También en Países Bajos la Jonagold ha sufrido graves daños.
"Debido a que las pérdidas han alcanzado a toda Europa, los precios se han disparado un 25-20% en la última semana y, la presente, son un 15-20% más altos. Los productores ya ven que no tendrán suficientes manzanas para la próxima temporada y eso se ha dejado notar en la temporada actual. Muchos productores se aferran a las manzanas de la temporada anterior, esperando a que suban los precios, que se espera que sigan aumentando, pero tocarán techo en algún momento".
"Solo estamos en mayo y aún tenemos que pasar todo el verano y la temporada de cosecha, así que solo el tiempo dirá cuál será la situación real. Tras las heladas, todavía hay riesgo de granizo y tormentas, sequía o lluvias copiosas más avanzada la temporada. Tratamos con un producto vivo y la madre naturaleza, así que escapa a nuestro control. Se aproxima una temporada difícil y va a ser duro".
"No es fácil admitir que habrá pérdidas totales y todo el mundo aún tiene la esperanza de que no vaya todo tan mal como parece. Estuve en los huertos tras la última helada y las flores no tenían muy buen aspecto, así que, ¿qué puedo decir? Me gustaría ser optimista, pero ya no es tan fácil. Ahora solo queda esperar que se produzca un milagro".
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