Carne argentina, con un mundo de oportunidades

Para el consultor Ignacio Iriarte, lo que le sobra a la Argentina es demanda: un puñado de mercados por atacar

Noventa años atrás, en 1924, la Argentina llegó a exportar más carne vacuna que la que consumían sus habitantes; casi un siglo después, apenas el 10 por ciento de la faena va a parar a comensales del exterior. Pero el fenómeno no tiene que ver con un achique de la demanda mundial. Por el contrario, “a la Argentina lo que le sobra es demanda”.

Lo recordó el analista Ignacio Iriarte, uno de los conferencistas en la jornada Córdoba Ganadera realizada por el Grupo Agrovoz ( La Voz del Interior y Agroverdad). Más allá de que el tipo de cambio sigue atrasado, que existen numerosos países más competitivos en precio que la Argentina y que el país hizo todo lo posible por destruir su imagen de gran productor ganadero, Iriarte aseguró que la calidad de la carne argentina sigue siendo requerida en todo el mundo. Remarcó que las oportunidades son alentadoras. Mencionó, por ejemplo, cuáles son los mercados con demanda sin cubrir y en los que Argentina debería poner la mira.

Europa, el primero

Además de cumplir el cupo de 30 mil toneladas de la cuota Hilton, de la que no se están enviando más de siete mil toneladas anuales, se podría conseguir una mayor participación en la cuota 481, destinada a carne producida en feedlots: hay aún 48.000 toneladas sin repartir. Además, si el Mercosur lograra un acuerdo de provisión de todo el bloque para la Unión Europea, el 30 por ciento de lo que se convenga deberá ser aportado por Argentina.

“Estamos enviando a Brasil sólo la tercera parte de lo que le hemos llegado a proveer”, apuntó Iriarte y añadió que hay posibilidades no exploradas en China y Rusia, y que se puede apuntar también a la “cuota americana” de unas 20 mil toneladas para Estados Unidos y Canadá.

Sin novillos

De todos modos, la recuperación del mercado exportador no podrá lograrse a corto plazo, entre otras cosas por la falta de animales pesados (novillos de más de 400 kilos) que son los que se consumen a nivel global. “No hay muchos motivos para que se reabran frigoríficos: ni siquiera está la materia prima”, resumió Iriarte.

En la misma línea se pronunció el presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra), Daniel Urcía. “La situación de la industria en 2016 no va a dejar de ser precaria. Somos mercado-interno dependientes y a nivel internacional no somos competitivos. Pero hay que pensar en el largo plazo y, para hacerlo, tenemos que tener un rodeo e industrias sanitariamente aptas”, expresó.

El titular del IPCVA, Ulises Forte, también evaluó con optimismo la actividad pensando en el futuro. “Tenemos horizonte porque la carne es un bien escaso y va a tener un buen valor. La tendencia es alcista, hay una coyuntura difícil, pero la diferencia con otras épocas es que hay perspectivas y previsibilidad”, destacó.