ESPAÑA : Algunos ganaderos han optado por ampliar la capacidad de almacenamiento de las balsas y otros por transportar estos subproductos como abono a zonas alejadas
Las granjas de ganado porcino con excedentes de purines se han adaptado al cierre de las plantas de tratamiento por cogeneración con medidas alternativas, como el incremento de la capacidad de almacenamiento de las balsas o el traslado del purín para abonar terrenos alejados de las granjas. Así lo ha asegurado en declaraciones a Efeagro, el director de la Asociación de Productores de Ganado Porcino (Anprogapor), Miguel Ángel Higuera.
Higuera ha apuntado que los productores están “más tranquilos”, ya que han conseguido esas alternativas de tratamiento tras más de un año y medio desde que las plantas de cogeneración cerraron por la falta de rentabilidad, ante el recorte de las retribuciones públicas que recibían.
Así, algunos han optado por ampliar la capacidad de almacenamiento de las balsas que tienen en sus fincas, que les permite tener almacenado durante casi un año el purín para aplicarlos al terreno cercano a la granja en la época del año del abonado agrícola (septiembre y octubre). Estas obras de ampliación han sido cofinanciadas por el ganadero y por el Gobierno, según el director de Anprogapor.
Más opciones
Higuera ha señalado que otra opción para las granjas porcinas con excedentes ha sido el transporte del purín excedente a terrenos alejados de las explotaciones para usarlo como fertilizante.
Esa práctica estuvo subvencionada “al principio” de la situación más problemática -es decir, en los primeros meses de 2014-, pero ahora son los ganaderos los que están asumiendo los costes de este transporte que estánafectando a su rentabilidad, ha afirmado.
No obstante, cree que la “solución definitiva” pasa por la “regularización agrícola”; es decir, por articular una serie de medidas entre las que se incluye el uso del purín como abono para el terreno, ajustándose a las cantidades recogidas por normativa para que no se sobrepase la cantidad de nitrógeno por hectárea.
También, por la implementación de máquinas biodigestoras u otro tipo de plantas transformadoras en las que el purín “pueda jugar un papel importante como coproducto de aprovechamiento por los valores energéticos que tiene”.
Posición de ADAP
Por su parte, el presidente de la Asociación de Empresas para el Desimpacto Ambiental de los Purines (ADAP), Josep Capdevila, ha recordado que en este tiempo han intentado “negociar unas condiciones favorables” para que las plantas pudieran reabrir. Según Capdevila, “no ha sido posible” porque, “por parte del Ministerio de Industria, Energía y Turismo no hemos tenido las puertas abiertas para estudiar posibilidades y plantear soluciones”.
Por ello, han llevado el caso a la vía judicial con la presentación de una demanda contra el Departamento de José Manuel Soria para intentar conseguir una revisión de la última reforma energética, que recogía un descenso de las retribuciones a estas plantas de cogeneración.
ADAP exige una revisión de las retribuciones que recibían las plantas
“En nuestra demanda hemos planteado que los cálculos que se han realizado para determinar la retribución de nuestras instalaciones son erróneos. Si los cambian, las plantas podrían continuar funcionando”, ha planteado. ADAP “no va contra la reforma eléctrica”, lo que exige es una revisión de las retribuciones “según los costes reales que tenemos”, ha insistido.
Sobre las medidas alternativas adoptadas en este año y medio por los ganadores, ha considerado que sirven “en principio para no tener que cerrar granjas”, pero no piensa que sean la solución “efectiva”. España contaba concerca de 30 plantas de tratamiento de purines por cogeneración que gestionaban 2,5 millones de toneladas de excrementos al año
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