martes, 27 de octubre de 2015

Es relevante inocular el cultivo de maní


El cultivo de maní tiene un requerimiento muy elevado de nitrógeno que es aportado en una altísima proporción mediante fijación biológica. Este proceso se da como resultado de la simbiosis establecida entre los rizobios y la raíz de la planta. Si bien hay rizobios nativos capaces de infectar y formar nódulos, la tasa de fijación […]
El cultivo de maní tiene un requerimiento muy elevado de nitrógeno que es aportado en una altísima proporción mediante fijación biológica. Este proceso se da como resultado de la simbiosis establecida entre los rizobios y la raíz de la planta. Si bien hay rizobios nativos capaces de infectar y formar nódulos, la tasa de fijación de nitrógeno suele ser muy baja, si se compara con la infección producida por las bacterias aportadas por la inoculación.
Dado que estos rizobios nativos presentes en el suelo son capaces de formar nódulos que no son eficientes para fijar nitrógeno, es sumamente importante y decisivo para la productividad del cultivo aportar una elevada cantidad de bacterias, ya sea sobre la semilla o en el surco, para que puedan competir con las nativas y nodular la raíz de manera exitosa.
Se ven dos situaciones muy claras: en lotes sin antecedentes de maní, la diferencia de rendimiento por inocular es del 9% (promedio de 10 campañas de ensayos realizados por Nitrasoil junto a INTA Gral. Cabrera); en lotes con historia del cultivo, la diferencia de rendimiento pude llegar hasta un 26% a favor de la inoculación.

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