Sorpresa en la industria
El precio internacional del biodiesel se derrumbó a la par del valor del petróleo. Las exportaciones argentinas del biocombustible cayeron a mínimos históricos. Y las autoridades económicas del gobierno –ante esa situación– a comienzos de este mes informaron que la retención efectiva correspondiente a los embarques de marzo pasadose reduciría a un 5,0%.
Pero la buena noticia duró poco: ahora el gobierno argentino indicó que el derecho de exportación retroactivo correspondiente a los embarques de biodiesel realizados en abril será del 13,2%.
El decreto 1719/12 establece que la “Unidad Ejecutiva Interdisciplinaria de Monitoreo” establecerá derechos de exportación móviles sobre el biodiesel de manera quincenal. Pero esto no es cumplido por el propio gobierno.
Entre octubre de 2012 y mayo de 2014 los exportadores se enteraban de cuál era la alícuota al oficializar el permiso de embarque. A partir de junio del año pasado las mismas comenzaron a publicarse –con atrasos– en el sitio de la Secretaría de Energía.
“Los exportadores de biodiesel se encuentran con una situación donde la alícuota a la que se oficializó el respectivo permiso de embarque es distinta a la que finalmente la Unidad Ejecutiva Interdisciplinaria de Monitoreo (Ueim) fijó para ese mes, hecho que genera contingencias de un alcance difícil de cuantificar”, indicó el director de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno, Claudio Molina, por medio de un comunicado.
“La Ueim, al no hacer públicas sus actas, no transparenta la metodología para determinar los referidos derechos de exportación. Si uno analiza la evolución de los mismos, a la luz de la situación del mercado de biodiesel en cada momento, resulta muy difícil justificar las variaciones que la alícuota de derechos de exportación del biodiesel ha registrado”, añadió.
Desde hace tiempo la industria exportadora de biodiesel viene solicitando a las autoridades de la Dirección General de Aduanas y de la Secretaría de Energía que amplíen los plazos de los permisos de embarque (que son apenas de 30 días cuando el aceite de soja cuenta con 180 días) y permita fijar los derechos de exportación al momento de oficializar el permiso de embarque (tal como sucede con las ventas externas del resto de los productos del complejo oleaginoso).
“Nunca fue respondido ese petitorio; al contrario, la variabilidad que presenta la alícuota de derechos de exportación del biodiesel con el paso del tiempo, aumentó, lo que se traduce en una respuesta opuesta a las necesidades de la industria”, señaló Molina.
“De persistir esto, a corto plazo la industria argentina de biodiesel va camino a una crisis de proporciones nunca antes conocida, poniendo en riesgo la continuidad del Programa Nacional de Biocombustibles”, alertó.
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