nfermedades como la mastitis y parámetros como la fertilidad ya han sido monitorizados con éxito en el ganado vacuno de leche.
Un nuevo sistema de monitorización proporcionará información sobre el tiempo que las vacas permanecen descansando y permitirá realizar ajustes específicos en el ambiente de los animales para aumentar el tiempo que están tumbadas, con el consecuente aumento de la salud de la pezuña.
Las cojeras tienen un impacto en la producción de leche, en el bienestar animal y en la rentabilidad del ganado y constituyen un serio problema en muchas explotaciones en todo el mundo. Una de las principales causas de los problemas de pezuñas es que las vacas no pasan el suficiente tiempo tumbadas. En comparación con la mastitis y la fertilidad, las cojeras prácticamente no se han monitorizado, ya que no existen en el mercado muchos sistemas para monitorizar el tiempo que las vacas están tumbadas, así que los ganaderos usan estimadores muy globales para indicar el comportamiento de descanso de los animales.
Según publica All About Feed, investigadores del Centro holandés de salud de la pezuña han introducido el Cow Positions System (CPS), un sistema de monitorización con un anillo transpondedor, que se coloca en el tobillo de la vaca y proporciona información sobre el tiempo que la vaca está tumbada y permite al ganadero cambiar tácticas de manejo y ambiente si es necesario para mejorar y aumentar el tiempo de descanso de sus animales e indirectamente la salud de la pezuña.
Un trabajo llevado a cabo en la Universidad de Wisconsin ha demostrado un claro vínculo entre el número de horas que las vacas están de pie y el número de animales cojos. Si los datos del sistema de monitorización muestran que el tiempo de descanso es insuficiente, será preciso saber cuáles son las causas. Las dimensiones de los boxes y la cama determinan en parte la cantidad de tiempo que una vaca pasa tumbada al día, por lo que un tamaño incorrecto, suelos irregulares o duros y si está equipado con una alfombra de goma o no son factores que influyen en el tiempo de descanso.
Si a una vaca le cuesta mucho tiempo acostarse es que bien el tamaño del box o la cama no son los correctos. Pero en algunos casos no es el ambiente lo que afecta a los animales si no el manejo, como los tiempos de espera antes del ordeño, ya que en algunas granjas no hay una correspondencia entre el número de vacas que tienen que ordeñarse con el tamaño de la sala de ordeño. Por este motivo, lo mejor es monitorizar a los animales y con los datos crear una solución personalizada para cada explotación.
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