jueves, 31 de julio de 2014

Lechería argentina: Lo que los números no muestran



La consolidación de información técnica y la elaboración de material estadístico que contribuya a una

eficiente toma de decisiones han estado entre los pilares fundamentales de la Fundación PEL desde su

creación.

No obstante ello, en los últimos meses la lechería nacional entró en un escenario que los números no

alcanzan a reflejar acabadamente: la adversa situación climática –agravada con el correr de los meses en

muchas cuencas–, el estado deficiente de la red vial, el aumento generalizado de los costos de transacción,

etc., no se ven reflejados en los índices de costo y precio de la leche y demás información económica que

publica la Fundación PEL mes a mes.

Tal como lo manifestáramos en los últimos boletines informativos publicados por la Fundación , la mejora en

los últimos meses de algunos indicadores económicos del tambo resulta absolutamente insuficiente

teniendo en cuenta “...la comprometida situación económica que arrastran las explotaciones lecheras,

sumada a la caída de producción derivada del exceso de agua en la mayor parte de las cuencas lecheras y las

dificultades para acceder al financiamiento bancario (Boletín junio)” ... y “la persistencia de la caída de

producción con respecto a un año normal y su consecuencia directa que es la reducción de ingresos debido

a la menor facturación, sumada a la crítica situación de la infraestructura vial en la mayor parte de las

cuencas lecheras con las complicaciones (y mayores costos) que ello implica en términos de la entrega de

leche y el abastecimiento de insumos (julio)”.

Hoy la rentabilidad de las empresas que integran la cadena está afectada por un sinnúmero de variables,

cuya complejidad escapa a la sola explicación brindada por los números.

El escenario en el que entró la lechería nacional se conforma por tambos que no tienen accesos ni para sacar

la leche ni para entrar insumos; una cadena de suministro a la que se le desploman las ventas y se le alargan

los plazos de pago; y una industria láctea operando con una capacidad ociosa cuya magnitud incide

negativamente en los costos de las empresas.

La combinación de estas variables genera un humor que no es medible por ningún indicador. Se sabe que

ocurrió una baja importante de la producción; se sabe que está operando un impacto económico enorme vía

aumento de gastos indirectos por mantenimiento de caminos y consumo de gas oil para sacar la leche; y se

sabe que los ingresos no alcanzan cuando el cheque se achica por el menor volumen remitido a la industria.

Y para complicar aún más la situación, se pronostica que en la próxima primavera el clima seguiría jugando

en contra del sector.

El gran desafío que tiene por delante la lechería argentina es salir de esa zona en la que nadie gana y todos

perdemos. Los miembros de Fundación PEL estamos convencidos que fortaleciendo el desarrollo de una

cadena competitiva y articulada de manera inteligente, en la que todos los eslabones puedan crecer y

desarrollarse, seremos parte importante de una solución que genere más valor para el país.

CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN DE LA FUNDACIÓN PEL. 30 DE JULIO DE 2014

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.