De la misma manera, me pareció llamativo que el presidente de la Sociedad Rural exprese su preocupación por la corrupción desde un predio que la asociación que preside arrebató al Estado Nacional, pagándolo a precio vil en una oscura operación que el gobierno nacional anuló en 2012 y hoy aguarda la resolución de la justicia. […]
De la misma manera, me pareció llamativo que el presidente de la Sociedad Rural exprese su preocupación por la corrupción desde un predio que la asociación que preside arrebató al Estado Nacional, pagándolo a precio vil en una oscura operación que el gobierno nacional anuló en 2012 y hoy aguarda la resolución de la justicia.
En sus manifestaciones posteriores, Etchevehere dijo que “nadie respondió qué van a hacer en los 16 meses que falta”.
Por lo tanto, me parece atinado recordarle que vamos a concluir las grandes obras de infraestructura que tenemos en marcha a partir del plan de obras públicas más importante de la historia.
Estas obras son posibles porque durante la última década, que él tanto descalifica, el Estado dejó de considerar gasto la inversión en infraestructura y recuperó el sentido estratégico de la planificación en función de la inclusión social y territorial para un desarrollo armónico de todas las regiones del país y no el esquema unitario-centralista que su entidad prohijó hace un siglo, en el que el único objetivo era exportar materias primas y fortalecer al Puerto.
Esta gestión de gobierno ejecuta el Plan de Obras de Infraestructura más grande de toda la historia y tiene metas claras para los próximos 16 meses, como el Gasoducto del Noreste; el Plan de Transporte Eléctrico Federal II; la Interconexión Eléctrica Atlántica; las represas Kirchner y Cepernic; la hidroeléctrica Chihuido; la Central Vuelta de Obligado; los cierres de ciclo de las centrales Ensenada y Brigadier López; la Central Guillermo Brown; la cuarta central nuclear; el reactor nacional Carem; 800 kilómetros de autovías y autopistas; 1000 escuelas; 1000 kilómetros de pavimentación de rutas y 200 mil viviendas”.
De la misma manera, en diciembre del año próximo contaremos con 35 Estaciones de TV Digital; 28 mil kilómetros de redes de fibra óptica; el desarrollo de la tecnología 4G; el lanzamiento del primer satélite de telecomunicaciones ARSAT; el segundo y tercer satélite de Telecomunicaciones ARSAT; la construcción de más plantas de bioetanol y biodiesel; 16 proyectos nuevos de minería y la terminación del Centro Cultural Néstor Kirchner”.
Un dirigente comprometido con el bienestar de su país no debería desconocer ninguna de estas obras, ni las terminadas, ni las obras en ejecución y debería saber del próximo inicio del gasoducto del noreste que es una obra que va permitir llevar gas a las provincias de Formosa, Chaco o el norte de Santa Fe, saldando una deuda histórica que el modelo de país avalado y promovido por la Sociedad Rural contrajo con esa región.
Asimismo, es saludable que en democracia los representantes de las distintas entidades, en este caso la principal patronal agropecuaria, no se quede en las críticas y realice con responsabilidad y seriedad propuestas que redunden en incluir a más argentinos y mejorar la calidad de vida.
Desde ya, en los próximos 16 meses tenga la certeza, señor Etchevehere, que no se tomará ninguna medida que tenga como objetivo precarizar el trabajo, desabastecer la mesa de los argentinos o regalar el patrimonio nacional.
En sus manifestaciones posteriores, Etchevehere dijo que “nadie respondió qué van a hacer en los 16 meses que falta”.
Por lo tanto, me parece atinado recordarle que vamos a concluir las grandes obras de infraestructura que tenemos en marcha a partir del plan de obras públicas más importante de la historia.
Estas obras son posibles porque durante la última década, que él tanto descalifica, el Estado dejó de considerar gasto la inversión en infraestructura y recuperó el sentido estratégico de la planificación en función de la inclusión social y territorial para un desarrollo armónico de todas las regiones del país y no el esquema unitario-centralista que su entidad prohijó hace un siglo, en el que el único objetivo era exportar materias primas y fortalecer al Puerto.
Esta gestión de gobierno ejecuta el Plan de Obras de Infraestructura más grande de toda la historia y tiene metas claras para los próximos 16 meses, como el Gasoducto del Noreste; el Plan de Transporte Eléctrico Federal II; la Interconexión Eléctrica Atlántica; las represas Kirchner y Cepernic; la hidroeléctrica Chihuido; la Central Vuelta de Obligado; los cierres de ciclo de las centrales Ensenada y Brigadier López; la Central Guillermo Brown; la cuarta central nuclear; el reactor nacional Carem; 800 kilómetros de autovías y autopistas; 1000 escuelas; 1000 kilómetros de pavimentación de rutas y 200 mil viviendas”.
De la misma manera, en diciembre del año próximo contaremos con 35 Estaciones de TV Digital; 28 mil kilómetros de redes de fibra óptica; el desarrollo de la tecnología 4G; el lanzamiento del primer satélite de telecomunicaciones ARSAT; el segundo y tercer satélite de Telecomunicaciones ARSAT; la construcción de más plantas de bioetanol y biodiesel; 16 proyectos nuevos de minería y la terminación del Centro Cultural Néstor Kirchner”.
Un dirigente comprometido con el bienestar de su país no debería desconocer ninguna de estas obras, ni las terminadas, ni las obras en ejecución y debería saber del próximo inicio del gasoducto del noreste que es una obra que va permitir llevar gas a las provincias de Formosa, Chaco o el norte de Santa Fe, saldando una deuda histórica que el modelo de país avalado y promovido por la Sociedad Rural contrajo con esa región.
Asimismo, es saludable que en democracia los representantes de las distintas entidades, en este caso la principal patronal agropecuaria, no se quede en las críticas y realice con responsabilidad y seriedad propuestas que redunden en incluir a más argentinos y mejorar la calidad de vida.
Desde ya, en los próximos 16 meses tenga la certeza, señor Etchevehere, que no se tomará ninguna medida que tenga como objetivo precarizar el trabajo, desabastecer la mesa de los argentinos o regalar el patrimonio nacional.
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