lunes, 3 de marzo de 2014

Nueva plaga en soja


Con la introducción de la soja transgénica con tolerancia a lepidópteros parece que las orugas comunes ya no serán un problema, pero ¿habrá nuevas?.
Cuando ya se había generalizado el uso de maíces genéticamente modificados (Bt, Hx, Powercore), la soja transgénica con tolerancia a lepidópteros hace su debut en la agricultura argentina. Orugas, como la clásica medidora, la falsa medidora, la problemática bolillera, la siempre presente Anticarsia y otras menores como la gata peluda, el barrenador del brote y la isoca de la alfalfa, parece que ya no serán problema.
Así como las plantas Bt son eficientes para evitar daños de sus plagas objetivo, su desaparición o disminución poblacional, la reducción en el uso de insecticidas con la adopción de esta tecnología y el posible efecto de estas plantas sobre los controladores biológicos, podrían indirectamente favorecer el “brote” de plagas no blanco, las cuales deberán ser constantemente monitoreadas para conocer la evolución del nuevo escenario.
Hay al menos 4 cuestiones que tienen que ser vigiladas con la introducción de la soja Bt en Argentina:
    Efecto sobre especies naturalmente no susceptibles a la expresión de la toxina Bt Cry1Ac
    Impacto sobre el nicho ecológico y las relaciones de parasitoides y predatores del anterior sistema con el nuevo medio
    Aumento de la densidad de otras plagas, como chinches, por menores tratamientos en las etapas vegetativas del cultivo
    Posibilidad de generación de resistencia de las orugas susceptibles a los nuevos materiales
Las especies no susceptibles a la soja Bt
La susceptibilidad de la soja Bt que contiene la proteína Cry1Ac que está siendo introducida en Argentina, afecta a la mayoría de las especies de orugas comunes en nuestro territorio. Sin embargo esta proteína (tóxica para las larvas) tiene poco efecto sobre otras especies. Las dosis o concentraciones a las cuales son susceptibles distintas especies han sido estudiadas en Brasil habiendo una gran diferencia de tolerancia en las especies del género Spodoptera, 100 veces menos susceptibles que Anticarsia.
En los últimos años, la ocurrencia de orugas del género Spodoptera está en aumento en el cultivo de soja. A la conocida Spodoptera frugiperda (la cogollera del maíz) se agrega Spodoptera cosmioides (la oruga del yuyo colorado), cada vez más frecuente.
Hubo confusiones sobre la verdadera identidad de esta especie. Pero las líneas actuales de investigación consideran que la especie que coloniza cultivos de soja en Brasil, Paraguay, Bolivia y el noroeste Argentino es Spodoptera cosmioides.
El adulto es una polilla robusta, de casi 40 mm de envergadura alar, siendo diferentes los machos que las hembras. Las hembras son capaces de colocar hasta 500 huevos por día en condiciones favorables, colocados en la cara inferior de la hoja, cerca de la nervadura central, en el estrato medio de la planta, dispuestos en dos o más capas superpuestas formando una masa de 20-300 huevos. Están recubiertos con escamas grises o rosadas para su protección, siendo muy similar a la postura de la cogollera (Spodoptera frugiperda).
La larva tiene entre 6 o 7 etapas de desarrollo, hasta 8 en soja. En su último estadio la longitud varía entre 40- 45 mm., son larvas robustas, con la cabeza más pequeña que el cuerpo (ver foto). A la vista presentan un aspecto aterciopelado.
Come las hojas desde el borde hacia el interior, o realiza huecos respetando las nervaduras más gruesas. En etapas reproductivas del cultivo se alimenta de vainas, siendo éstas preferidas por sobre las hojas en las larvas más desarrolladas.
Diversos autores compararon el potencial de consumo foliar de diferentes lepidópteros plagas en soja, verificando que S. cosmioides es capaz de consumir el doble de área foliar que Anticarsia gemmatalis, Chrysodexis (=Pseudoplusia) includens y Spodoptera frugiperda.
Climas lluviosos y altas temperaturas favorecen sus brotes poblacionales, por lo que su colonización se espera que sea más importante en el litoral y la región norte de nuestro país.
La escasa sensibilidad a los materiales de soja Bt (Cry1Ac) puede influir en la selección de individuos de esta especie, que a largo plazo pueden tener mayor ocurrencia en los cultivos. Por ello la implementación de refugios se torna imprescindible. Es una especie que tiene una amplia gama de hospedantes, con excepción del maíz, presentes durante todo el año, pudiendo migrar entre ellos.
Ya hubo en años anteriores algunos casos de necesidad de control de esta oruga en el norte de Argentina. A pesar de que los marbetes no marcan diferencia en dosis de distintos productos y en la mayoría ni siquiera figura, se sabe que es más tolerante a las dosis convencionales de otras orugas. En Brasil hay datos de que solo se pueden lograr controles satisfactorios con el doble o más de dosis que para las orugas comunes.

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