El mercado de granos no está de fiestas, aunque nos aproximamos a los festejos de navidad y año nuevo, por el contrario, nos encontramos con cierta estabilidad en los precios de Chicago con bajas durante algunas jornadas y posteriores subas por coberturas de posiciones en otras. El ritmo de los precios está marcado por la [...]
El mercado de granos no está de fiestas, aunque nos aproximamos a los festejos de navidad y año nuevo, por el contrario, nos encontramos con cierta estabilidad en los precios de Chicago con bajas durante algunas jornadas y posteriores subas por coberturas de posiciones en otras.
El ritmo de los precios está marcado por la demanda estadounidense y el clima en Sudamérica, mientras que la noticia de que la Reserva Federal de Estados Unidos comenzará a reducir el paquete de estímulos pasó casi inadvertida en la semana a pesar de alguna reacción previa que luego no pasó a mayores.
Las cotizaciones de maíz fueron las más presionadas en las últimas semanas por el rechazo de barcos del cereal estadounidense por parte de China al encontrarse una variedad genéticamente modificada no aprobada por el país asiático. Los embarques ascenderían a casi 600.000 toneladas que representan el 49% de las exportaciones del país con dicho destino.
Para solucionar el conflicto hay una delegación estadounidense con el Secretario de Agricultura a la cabeza de visita por el país asiático. Se analiza la propuesta de la aprobación del evento para normalizar el comercio del cereal entre ambos países.
Mientras tanto los precios del maíz en Chicago operaron con bajas a excepción de algunos días donde hubo compras de oportunidad por nuevos negocios de exportación.
Para la soja la clave del comportamiento del precio está en la demanda de exportación donde el informe semanal del USDA resultó por debajo de las expectativas del mercado y surgieron rumores de cancelaciones de embarques para cambiar hacia Sudamérica.
En nuestras latitudes la atención está centrada en el clima. En Brasil se están registrando fuertes precipitaciones en la región productora de soja que acumula excesiva humedad en los cultivos con aumento de riesgo de aparición de roya asiática mayor a otros años con el agravante de no poder ingresar en los campos para hacer las aplicaciones necesarias para detener su avance.
En Argentina el contexto es otro, luego de un buen comienzo para las siembras de la oleaginosa, alcanzando el 76,6% frente al 65,5% del año pasado (según datos de la BCBA) gracias a las buenas condiciones por las oportunas precipitaciones, nos encontramos en un periodo de altas temperaturas y escasas lluvias que empiezan a preocupar.
Pasamos una semana sin registros importantes de lluvias, con pronósticos recién para fines de esta semana con bajo milimetraje y poca cobertura, que afecta a los cultivos donde algunos comienzan a mostrar estrés.
Recordemos que el año pasado a la misma época el contexto era similar. Había buen perfil de humedad en los campos hasta el 26 de diciembre que se registró la última lluvia importante para luego entrar en un periodo seco que duró hasta mediados de marzo. Con dicha situación la cosecha de soja de proyectarse cercana a los 55 millones de toneladas finalizó por el evento climático en 49 millones.
Este año partimos de un nivel de humedad levemente inferior pero con perspectivas climáticas mejores en el mediano plazo, aunque la concreción de un buen clima durante enero y febrero será clave para la cosecha gruesa 13/14.
La falta de lluvias llevó a los precios futuros de la soja hasta los u$s 300 para generar más operatoria en los mercados a término y en contratos forward que pagaron algunos compradores.
De continuar las condiciones climáticas actuales, los precios pueden dar la oportunidad de cerrar negocios por arriba de dichos niveles. Las coberturas, como consecuencia, deberían activarse al encontrar niveles de precios más cercanos a los valores de presupuesto mientras que en los demás productos no se dan las mismas chances.
El maíz futuro alcanzó los u$s 163 en la posición abril del MATBA para luego bajar hasta los u$s 155 y operar en u$s 159 esta semana. Dichos valores continúan lejos de los precios de presupuesto en dólares pero se acercaron en pesos.
Los productores se encuentran con un mayor ritmo devaluatorio que compensa parte de los bajos precios del cereal en la medida que muchos de sus costos se mantengan en pesos al momento del pago.
El cereal igualmente encuentra alguna oportunidad para aquellos que lo sembraron temprano y puedan aprovechar los precios que paguen algunos compradores cuando necesiten el grano y no encuentran el flujo habitual entre marzo y abril por el aumento de la siembra tardía.
También puede ser oportuna una suba externa a partir de una menor siembra en el 2014 en Estados Unidos con una demanda que se mantenga activa.
La perspectiva de mejora del maíz está en el mercado externo y en la demanda local mientras que para el trigo la dependencia es ciento por ciento lo que suceda internamente.
Esta semana el gobierno a través del informe mensual del Ministerio de Agricultura aumentó su estimación de producción 13/14 del cereal, de 8,5 millones de toneladas a 9 millones con ajustes parciales en la demanda de la industria molinera, las exportaciones y los stocks finales.
Además, el Ministro en una nota mencionó el otorgamiento de Roes a la exportación en el corto plazo que permitirá ayudar a los precios.
Fue el trigo el producto que más subió en la semana. La posición enero en el MATBA alcanzó los u$s 239,30 mientras que los exportadores pagaron hasta u$s 230 por el trigo. Así el precio vuelve aproximarse a la capacidad teórica de pago pero solo se igualará en la medida que se concreten las exportaciones.
La oferta del cereal, por su parte, está ingresando a un ritmo lento al circuito comercial (hay negocios realizados por 1 millón de toneladas por parte de la exportación y 662 mil toneladas por parte de la molinería). Los productores cumplen sus compromisos anteriores, venden solo lo necesario y el resto lo guardan a la espera de mejores precios.
Las perspectivas de alcanzar valores superiores a los actuales responden a escapar de la presión de cosecha, a obtener mayores valores en pesos por la devaluación, a un mayor volumen de exportación en el futuro y, por qué no a menores derechos de exportación.
Lo que viene…
En estas dos semanas más cortas para los mercados agrícolas, las cotizaciones seguirán de cerca:
- - El clima en Sudamérica
- - La demanda de exportación de Estados Unidos
- - El otorgamiento de Roes de trigo
- - El desarrollo de los cultivos en Argentina
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