El billete estadounidense tocó nuevamente los dos dígitos, luego de dos meses. Operadores consultados por iProfesional sostuvieron que se notó cierta contracción de la oferta, mientras que las compras se mostraron más activas ante el inicio de las vacaciones
El dólar blue concluyó la semana con una nueva suba y cerró en los $10. Este viernes avanzó 4 centavos, si bien el mayor incremento se produjo el jueves, cuando ganó 26 centavos.
La última vez que la divisa informal llegó a los dos dígitos fue el 25 de octubre de este año.
“Hubo muy pocos vendedores, si bien los compradores no se mostraron desesperados por hacerse de billetes”, detalla a iProfesional un operador cambiario.
Una de las causas del incremento en la demanda se vincula con la estacionalidad. Es decir, por la necesidad de contar con divisas para vacacionar fuera del país, potenciada por la mayor cantidad de pesos en los bolsillos de los argentinos, producto del cobro del medio aguinaldo.
Según fuentes del mercado, el Gobierno habría intervenido en la plaza bursátil con la venta de los bonos Boden 2015 en dólares, para presionar -a través de la operatoria del “contado con liquidación”- el precio de la divisa informal y evitar una suba mayor.
Por este motivo, este viernes el Boden 2015 en dólares (Ro15D) descendió 3% y el mismo papel en pesos subió 1,4%, operándose cerca de $136 millones.
Por su parte, el dólar oficial se negoció con una suba de 2 centavos a $6,50 -tras ganar 3 centavos en la rueda del jueves- con lo que sumó 6 centavos esta semana, que se agregaron a los 13 que ganó la semana pasada.
Pese a que el Gobierno aceleró la devaluación, la brecha cambiaria se incrementó desde un 50% a casi un 54%.
En los últimos 20 días, el dólar paralelo se había mantenido entre los $9,50 y los $9,70, un movimiento que fuera considerado estable por los operadores, habida cuenta de que es un mercado que se caracteriza por su volatilidad.
Finalmente, el dólar turista avanzó hasta los $8,77, por lo que su brecha con el blue avanzó por encima del 14 por ciento.
El dólar Messi
Luego de la escalada hasta los $10,45 que tuvo el dólar informal en mayo pasado, el Gobierno intervino con diferentes “herramientas caseras” para bajar su precio y contenerlo por debajo de los 10 pesos.
Luego de la escalada hasta los $10,45 que tuvo el dólar informal en mayo pasado, el Gobierno intervino con diferentes “herramientas caseras” para bajar su precio y contenerlo por debajo de los 10 pesos.
Por ejemplo, cuando Guillermo Moreno estuvo al frente de la Secretaria de Comercio, presionó y amenazó a las casas de cambio para que disminuyan el valor del billete marginal.
En tanto, desde ese entonces a la fecha, el Ejecutivo vendió bonos dolarizados en manos de la Anses y del Banco Central para bajar el precio del dólar implícito que surge de la operatoria del contado con liquidación, que es el resultado de la compra de títulos en la plaza local y reventa en el exterior.
Esta acción ha tenido como objetivo presionar a la baja al blue, ya que arbitran mutuamente.
A esta intervención en el mercado, se sumó hace unas semanas la noticia de que el Estado compensaría a Repsol por la expropiación de YPF, aspecto que brindó más confianza a los inversores.
Además, se dio la inyección de dólares por parte de la petrolera Chevron para la explotación del yacimiento hidrocarburífero de Vaca Muerta.
Esto le permitió al Banco Central frenar, en diciembre, la constante caída en las reservas que se registró durante todo el año. De hecho, en todo el 2013 la merma fue de alrededor del 30% de las tenencias.
También en este último mes se volvió a autorizar la operación con bonos nominados en dólares en la bolsa de comercio de Buenos Aires, para poder realizar el llamado “conta con liqui casero”, por el que se pueden comprar papeles en pesos y venderlos en moneda extranjera en la plaza local.
En definitiva, con estas medidas transitorias, “sólo se pospuso unos pocos meses (dos o tres más) la llegada del blue a $12″, opina Miguel Ángel Boggiano, CEO de Carta Financiera S.A.
Brecha más corta
En resumen, el blue pasó de los $6,80 de diciembre de 2012 a los actuales $10, lo que implica un incremento de casi el 50%.
En resumen, el blue pasó de los $6,80 de diciembre de 2012 a los actuales $10, lo que implica un incremento de casi el 50%.
Un porcentaje que supera holgadamente el alza de la divisa oficial que, pese a la aceleración de las últimas semanas, culmina el año con una suba del 32%.
Tomando en cuenta ambas variaciones, la brecha cambiaria es del 54%, una cifra que sigue siendo muy alta, si bien es menor al 100% que alcanzara en mayo.
Al acelerarse la devaluación, el llamado dólar tarjeta (oficial más el 35%) quedó a una distancia del 14% respecto del blue. El Gobierno intenta achicar esa distancia lo máximo posible para evitar que los argentinos que viajan sientan que hacen negocio comprando con sus plásticos fuera del país.
¿Qué se espera para 2014? “Necesitamos analizar dos palabras: reservas y emisión monetaria. ¿Por qué? Porque el dólar blue sigue muy de cerca la relación entre la cantidad de reservas del Banco Central y la base monetaria”, agrega Boggiano.
En base a esta ecuación, surge en la actualidad un dólar de “equilibrio” o “teórico” en torno a los 11,90 pesos.
El dólar ya no es ancla
Otro dato a tener en cuenta es que tiempo atrás el Gobierno utilizaba al dólar como “ancla anti-inflacionaria”.
Otro dato a tener en cuenta es que tiempo atrás el Gobierno utilizaba al dólar como “ancla anti-inflacionaria”.
Es decir, no lo hacía subir tan de prisa bajo el argumento de que la “misión” del billete verde era la de evitar que el índice inflacionario se dispare aun más.
¿Cuál era su razonamiento al defender esta política? Que los insumos importados tienen una elevada participación en la cadena de producción, de modo tal que si se contenía el tipo de cambio esto iba a atenuar la suba de precios.
Para cumplimentar esta idea, durante un buen tiempo -y hasta los primeros meses de este año- el dólar fue subiendo muy por debajo de la inflación, lo que fue acentuando el atraso cambiario y dejando en evidencia mayores problemas de competitividad a la hora de tener que vender productos argentinos al mundo.
Por cierto, ahora el contexto global cambió y estas cuestiones ya no serán tan fáciles de corregir.
“La inflación le terminó marcando la cancha y poniéndole un piso a la devaluación”, afirma el economista Tomas Bulat.
Ahora el Gobierno -en un sorprendente giro y urgido por recuperar algo del terreno perdido- está haciendo lo opuesto a lo que señalaba en sus lineamientos de otros años: el dólar dejó de ser un “ancla” para contener precios y ahora acelera incluso por encima de la suba de la inflación.
Para el economista Enrique Szewach, el Ejecutivo acelera la devaluación sólo de forma nominal, “pero si el traslado de ese incremento a la inflación es rápido, se está corriendo siempre desde atrás a la suba de precios y eso puede generar que se frene la actividad. Antes el ancla inflacionaria era el dólar, ahora lo será la economía o los salarios”.
Respecto al blue, según Diego Giacomini, economista jefe de Economía y Regiones, “cuantos más pesos y menos dólares haya en la economía, el valor del tipo de cambio informal, que se rige por la ley de oferta y demanda, irá al alza”.
Y agrega: “No debería sorprender que el blue suba a un rango de entree $11,30 a $13,10 entre enero y fines de marzo”.
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