Descarta Uruguay avalancha de carne de cerdo brasileña

La ampliación de la apertura para la carne de cerdo brasileña desde nuevos estados, “no alterará el comercio del producto”, según estimó a El País el director general de los Servicios Ganaderos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, Francisco Muzio.

Según la visión del jerarca, difícilmente se incrementen los volúmenes, pues la carne de cerdo que entra a Uruguay llega desde Santa Catarina y Paraná, los principales estados productores y exportadores (incluso habilitados para entrar en Japón), aunque también llegan algunas partidas del Norte de Rio Grande do Sul. El mayor volumen de carne suina que ingresa al país desde Brasil tiene por destino las chacinerías.

Incluso en 2012, Brasil continuó siendo el principal origen de la carne suina importada, pero también ingresó desde Chile y Estados Unidos (en todos los casos con destino a industria del chacinado).

Ahora el MGAP ya permite el ingreso de cortes desde Acre, Rondonia, Sao Paulo, Goiás, Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, Tocantins, Minas Gerais, Rio de Janeiro, Espírito Santo, Bahía y Sergipe. La decisión responde al pedido de las autoridades brasileñas de regularizar el status sanitario de fiebre aftosa que tiene hoy su país frente a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE).

El año pasado se registró una importación de carne suina récord que superó las 25.000 toneladas y según un trabajo de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (Opypa), los precios al productor del cerdo gordo, medidos tanto en pesos constantes como en dólares, llegaron al nivel más alto de toda la década y se situaron en torno a US$ 1,8 por kilo.

Además de para el sector chacinero, también entran cortes con destino al consumo interno, dado el incremento que viene teniendo el consumo del producto, ayudado porque en los últimos años su precio en el abasto siempre estuvo por debajo del de la carne bovina.

El consumo de carne suina cerró en 14,2 kilos por habitante al año – según datos oficiales- y mantiene un incremento constante por encima del 4 por ciento anual, ayudado, fundamentalmente, por una oferta de cortes de calidad uniforme. Según datos de Opypa, los precios de las importaciones de carne suina durante 2012, mostraron un descenso del 13,5 por ciento respecto a 2011, interrumpiendo la tendencia al alza que venían mostrando en los últimos años. Por otro lado, el valor de la grasa cerró 2012 con un incremento de 13 por ciento respecto al año anterior.