Ganaderos, con mente fría

Según el Rosgan, 2013 será un año de amesetamiento, con precios parecidos a 2012.

–Arrímese al fogón porque el año está perdido diría el paisano que volvió de las vacaciones, mi nunca bien ponderado don Productivo.

–Vaya a saber qué se trae bajo el poncho coscoíno si viene tan generoso de invitaciones, camarada don Tecno. Pero, en fin, acá estoy y vamos preparando los amargos.

–Nada raro bajo las folclóricas prendas. Sólo le voy a tirar algunos números, no del todo buenos, en materia ganadera.
–Lárguese, aunque vengan degollando…

 

–No sea tremendista, compañero. Le quería contar que el Rosgan, el espacio que armó con algunos consignatarios la Bolsa de Rosario para rematar hacienda por TV, hizo un balance a partir de sus operaciones en 2012 y también se animó a trazar una perspectiva del sector para este año, de puño y letra de su director ejecutivo Raúl Milano.

–Vaya al grano, a la carne y a la leche, camarada…

–El amigo Milano dice que en este año electoral, de mucho ruido, los ganaderos necesitarán poner la mente fría, y advierte que 2013 será un año de amesetamiento de la actividad, con precios parecidos a 2012, con pequeños incrementos del nivel exportado de carne, resultado de haber llegado a lo más bajo de la historia en los últimos 50 años.

–¿Y qué más aporta?

–Que habrá un pequeño incremento de la demanda per cápita de carne roja, rondando los 58/60 kilos, que no deja de ser un buen volumen mirando internacionalmente, con un incremento de costos que obligará a meter mano en todos los gastos suntuarios. En el fondo del túnel, Milano deja un mensaje optimista al señalar que quienes tenemos oportunidad de dedicarnos a las actividades vinculadas a la alimentación sabemos que, más tarde o más temprano, la campana va a sonar en nuestra tranquera.

–Usted decía que el informe del Rosgan tiraba números.

–La variación interanual del Índice Rosgan (PIR) destaca, en el caso de la cría, para 2012 una variación negativa del 4,4 por ciento en vientres con garantía de preñez, pese a que en abril se alcanzó el valor máximo de toda la serie (3.346,6 pesos). Los novillos, a su vez, culminaron el año con variaciones cercanas al tres por ciento.