Países Bajos cuenta con una nueva ley sanidad animal

El pasado 1 de enero entró en vigor en los Países Bajos una nueva ley marco que establece orientaciones de carácter general. El primer reglamento de desarrollo de esta Ley es el de medicamentos para uso animal. Éste determina, principalmente, las normas para fabricantes y comerciantes y también, de manera temporal, el uso de medicamentos [...]

El pasado 1 de enero entró en vigor en los Países Bajos una nueva ley marco que establece orientaciones de carácter general. El primer reglamento de desarrollo de esta Ley es el de medicamentos para uso animal. Éste determina, principalmente, las normas para fabricantes y comerciantes y también, de manera temporal, el uso de medicamentos por parte de veterinarios y ganaderos.

Los veterinarios deben contar con un permiso para la entrega de medicamentos, que solo se concederá bajo determinadas condiciones. Se prohíbe la venta libre de antibióticos en las tiendas de animales, con excepción de los ya existentes hasta el 1 de julio de 2013 y 1 de enero de 2014, según los casos, y se penaliza la comercialización en los mataderos de animales de sacrificio que contengan demasiados restos de antibióticos. Los antibióticos, de gran importancia para la salud humana, solo podrán utilizarse en los animales como última posibilidad de salvación y previo al uso deberá realizarse un determinado test.

No es necesario declarar todos los piensos animales que se importen de países de fuera de la Unión Europea y La obligación de declaración se reduce a productos de riesgo específicos. De este modo, se equipara el tratamiento que la Autoridad Holandesa de Alimentos y Mercancías da a piensos y productos alimenticios, con la consiguiente disminución de las cargas administrativas. Además de esto, se suprime el impuesto que gravaba las importaciones de piensos animales, lo que supone un ahorro de 400.000 euros anuales para la empresa privada.

El mercado de transformación de residuos cárnicos también se liberaliza. Esto supone, no solo una disminución de las cargas administrativas, sino también de los costes de transformación.