Seguros agrícolas con mas inversión
Las pólizas se diversifican a tono con el cambio climático y lo que ponen en juego los actores del negocio.
La evolución del mercado del seguro agrícola viene en franco ascenso en los últimos años y esto tiene que ver con varios motivos. Básicamente, el productor agropecuario invierte cada vez más dinero para poder sembrar y necesita un respaldo para recuperar su inversión.
Pero también es cierto que cada vez hay mayor cantidad de tormentas fuertes que provocan pérdidas importantes. El 90 por ciento de los seguros en el país corresponden a pólizas contra granizos y adicionales. No contar con un seguro puede representar no recuperar el dinero invertido o, en el peor de los casos, a raíz de un impacto importante en lo económico, puede representar el fin de una trayectoria como productor agropecuario.
Servicios de cobertura. Las campañas vienen complicadas por la cantidad de tormentas y las pérdidas que están sufriendo los productores, principalmente por causa del granizo, advierte Gustavo Mina, jefe comercial de pólizas agropecuarias de Sancor Seguros.
Servicios de cobertura. Las campañas vienen complicadas por la cantidad de tormentas y las pérdidas que están sufriendo los productores, principalmente por causa del granizo, advierte Gustavo Mina, jefe comercial de pólizas agropecuarias de Sancor Seguros.
En ese sentido, refleja que las compañías tratan de generar año a año mayor cobertura y servicios para asegurar los cultivos y que el productor pueda hacer un buen negocio más allá de las vicisitudes.
El profesional brindó una charla en Villa María para productores agropecuarios sobre seguros agrícolas. Detalló que de 33 millones de hectáreas cultivadas en el país, 21 millones se encuentran aseguradas, lo que representa el 63 por ciento. En la campaña 2003/2004 se facturaron 322 millones de pesos en seguros agrícolas. En la campaña 2011/2012, el monto fue de 1.143 millones. Este crecimiento se relaciona con una mayor oferta de productos, que buscan generar mejores coberturas y servicios.
Compañías como Sancor permiten el pago por canje con producción y la incorporación de pólizas de vehículos e instalaciones en las mismas coberturas. Destacó que también existe una mayor necesidad de cobertura a causa de las tormentas y por la mayor inversión dispuesta para la siembra.
La sequía es la primera causa de pérdidas de cultivos, aunque pocos productores contratan esta cobertura. De los 1.143 millones de pesos asegurados en el último año, se pagaron 1.082 millones de pesos en siniestros por sequía, inundación y granizo. Esto implica un 94,68 por ciento de siniestralidad, detalló Mina.
Puntualizó que el 10 por ciento de la facturación del mercado corresponde a riesgo multiclimático, que incluye cualquier evento, como granizo, sequía, inundación, helada o viento. Pero son coberturas de rendimiento, orientadas a determinados clientes. “No es para ganar dinero, sino recuperar lo invertido y pensar en la próxima campaña en salir a sembrar sin necesidad de buscar un préstamo”, aclaró.
La cobertura contempla la variable de rendimiento y de precio. Si pierde producción o cae el precio, o la combinación de ambas, se le garantiza al productor la compensación de su economía.
Costos. El costo de las coberturas depende mucho de la zona y probabilidad de ocurrencia de tormenta de granizo. Para una cobertura sobre dos mil kilos de rendimiento, el costo de la cobertura puede ubicarse entre uno y dos quintales por hectárea, señaló Mina como uno de los ejemplos posibles.
Costos. El costo de las coberturas depende mucho de la zona y probabilidad de ocurrencia de tormenta de granizo. Para una cobertura sobre dos mil kilos de rendimiento, el costo de la cobertura puede ubicarse entre uno y dos quintales por hectárea, señaló Mina como uno de los ejemplos posibles.
La demanda de seguros de riesgo agrícola tiene su estacionalidad. Normalmente, para lo que es cosecha fina, en julio ya comienza a manifestarse el interés de los productores. Pero la mayor demanda comienza entre septiembre y noviembre, y se extiende hasta fines de enero, que son los momentos de mayores tormentas. No obstante, en los últimos años se están dando tormentas tardías, entre abril y mayo, que provocan pérdidas importantes en cultivos como el de soja, que para esos meses se encuentra a punto de ser cosechado y se desgrana muy fácil ante una fuerte inclemencia.
En el presente año, la situación climática podría dar un alivio a los cultivos en comparación con los anteriores, aunque no se descartan problemas. “Por la información que vamos recopilando de distintos climatólogos, se hablaba en un principio de que en 2013 tendríamos un fenómeno Niño intenso. Actualmente se piensa en fenómeno más leve, pero Niño al fin. La tendencia en los próximos meses es una gran cantidad de tormentas, que cada vez son más severas por viento o granizo”, vaticinó Mina.
Recordó que en los primeros meses de 2012 el tema era la sequía, que afectó la campaña del año anterior, y luego fue el problema del exceso de lluvias, con lo que muchos productores no pudieron sembrar o lo hicieron tarde. “El cambio climático no es un mito, es una realidad”, advirtió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.