El manual de economistas k que justifica la inflación y el cepo cambiario
La agrupación ultraoficialista La GraN MaKro lanzó las “20 ‘verdades’ para entender y defender el modelo económico” en donde justifican la intervención del Indec y la falta de actualización en el Mínimo No Imponible del Impuesto a las Ganancias. Los principales logros y medidas del kirchnerismo, según los economistas k.
La agrupación de economistas k La GraN MaKro publicó en su página web las “20 ‘verdades’ para entender y defender el modelo económico”, en donde brindan una tabla con los números más positivos de la gestión kirchnerista desde su inicio en el 2003, pero no dudan en meterse con temas más polémicos como la inflación, el cepo cambiario o la intervención del Indec.
El nombre es en referencia a las “20 verdades peronistas” que Juan Domingo Perón había redactado allá por 1950 y destaca las políticas del gobierno como la Asignación Universal Por Hijo o la nacionalización de las AFJP, entre las que lista como “los principales logros económicos”.
La GraN MaKro –las mayúsculas aludiendo al ex presidente Néstor Kirchner- se define como una “una agrupación de profesionales y estudiantes de ciencias económicas y otras disciplinas sociales que tiene por objetivo principal estudiar, conceptualizar y difundir los lineamientos estratégicos del modelo económico que se desarrolla en nuestro país desde el 25 de mayo de 2003”.
Así, desde su formación en el 2010, ha realizado diversas actividades y el año pasado se lanzó a conquistar las universidades nacionales a lo largo del país, en donde celebraron numerosos congresos de economía.
Cepo e inflación
Pero acaso lo más interesante son las respuestas que brindan ante los temas más polémicos como los controles cambiarios, la intervención del Indec o la inflación.
“¿Por qué deben impulsarse restricciones a la compra de dólares?” reza la pregunta número 10, que en el renglón siguiente se responde sin vacilaciones que: “en noviembre de 2011, para evitar la corrida contra el peso nacional que intentaron los grupos concentrados posicionados en dólares, se tomaron varias mediadas: (a) profundizar las políticas que controlaban el mercado cambiario, cruzando datos entre ingresos personales y poder de compra de los que acudían al MULC (mercado único y libre de cambios), (b) administrar la remisión de utilidades al exterior, (c) cambiar normas para cerrar los ‘grises’ que permitían fugar divisas.
Y luego recuerda que “a partir de mayo de 2012, para reducir el ahorro en dólares, se establecieron nuevas reglamentaciones para los viajes al exterior, compras con tarjeta y remesas de fondos. Resultado: fin de la corrida del año pasado, caída abrupta de la salida de capitales y previsibilidad en la acumulación de reservas para que la economía funcione sin sobresaltos (cuidar los dólares para pagar importaciones prioritarias para el país y la deuda) en un mundo que profundizó su crisis a partir de enero de este año”.
“Todos los ‘golpes de mercado’ en la Argentina se hicieron cuando el BCRA se empezaba a quedar sin reservas. El gobierno para ‘cuidarse en salud’ fue tomando estas medidas para preservar las reservas, el trabajo argentino y, al mismo tiempo, volver a tener una economía que realice las transacciones y también ahorre en pesos (pesificar)”, afirman los economistas de la GraN MaKro.
Respecto a la intervención del Indec, la agrupación la defiende aduciendo que “en 2007 debido a sospechas de que en el INDEC se realizaban mal las mediciones del IPC para beneficiar al sistema financiero, se cambia la metodología del IPC GBA. Esa metodología ahora es puesta en dudas por consultoras muchas veces ‘amigas’ del sistema financiero que empezaron a publicar índices de precios sin tener ni la metodología ni el personal para hacer las encuestas serias y confiables”.
En ese sentido, justifican que “El IPC GBA es un índice de una zona del país, no mide la inflación, ni es un índice de costo de vida y, aun antes del 2007, todo el mundo decía que el IPC no representaba la inflación que se percibía. Por otro lado, hay otros índices provinciales cuyas metodologías están completamente desactualizadas. Este debate se saldará en el 2014 cuando se comience a publicar el índice de precios nacional que medirá todo el territorio-país”.
Por otro lado, también se dedican a explicar la alta inflación que actualmente sufre la Argentina: la suba en el precio internacional de las materias primas y la “puja distributiva” que surje cuando los trabajadores reclaman mejores salarios con las paritarias, que los empresarios trasladan a precios por “tener posiciones dominantes en el mercado”.
“Esta inercia inflacionaria no se espiraliza y todos los años tenemos porcentajes similares. No es enfriando la economía o bajando el gasto público o la emisión monetaria lo que haría bajar la inflación”, sostiene el texto.
Mientras tanto, consideran que el aumento en el Mínimo No Imponible “en esta etapa de crisis internacional y de menor crecimiento de la economía, no sería acertado, ya que se restarían recursos para continuar con las políticas de sostenimiento de la demanda agregada (planes de vivienda, inversión pública, asignación universal por hijo, protección social, etc.) que impactan sobre un universo mayor de argentinos: trabajadores de ingresos bajos, informales y desempleados”.
Otro de los puntos que curiosamente se obvian es el proceso de endeudamiento intrasector público, ya que sólo se hace énfasis en el pago de deuda externa que hizo el gobierno sistemáticamente, al FMI y bonistas, que este año tomó un carácter épico con la campaña de “independencia económica” que inició el ministro de Economía Hernán Lorenzino con el fin del pago del Boden 2012.
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