La Presidenta criticó con dureza al 20N y a los dirigentes sindicales disidentes. “Me la voy a bancar, a mí no me corre nadie con patoteadas, amenazas o matones”, advirtió. Y limitó el impacto del paro y los piquetes a “unos pocos gremios de servicios y en la Capital”. Las frases más fuertes.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner criticó con dureza en un acto en San Pedro el paro general de este martes, al que calificó como “apriete y amenaza”.
Luego de que el titular de la CGT realizara una conferencia de prensa, la mandataria se refirió durante un discurso a la medida de fuerza y resaltó que ”hoy no fue una huelga ni un paro, ni siquiera un piquete. Fue apriete y amenaza“.
Cristina hizo hincapié en que el Gobierno respeta el derecho a huelga, al que calificó de “sagrado”, pero se quejó de los “cortes y agresiones” que se registraron contra negocios que habían decidido abrir durante la jornada.
“Cada trabajador debe decidir lo que es mejor”, señaló, y recordó que además de ser militante, es hija de sindicalista: “Mi vieja jamás obligó a nadie a acatar, porque la voluntad de los trabajadores debe ser libre“.
En su discurso, la Presidenta también envió señales sobre la economía al criticar a la dirigencia sindical disidente.
“Me gustaría que los dirigentes estuvieran preocupados por defender la fuente de trabajo en un mundo que se derrumba”, disparó la jefa de Estado.
En un cuestionamiento a la protesta, Cristina diferenció los piquetes realizados este martes por la CTA de Pablo Micheli, comisiones internas rebeldes y movimientos sociales, de los cortes que impulsaban los desocupados años atrás.
“Me acuerdo de Aníbal Verón, de esa gente devastada, gente que no era vista por la sociedad y no tenía trabajo. No me imagino a Kosteky y Santillán viajando con su familia a Miami”, dijo, en una chicana al titular de la CTA opositora, Pablo Micheli.
El sindicalista viajó meses atrás a la sede de la ONU, en Nueva York, y algunos medios interpretaron que se había tomado unas “vacaciones en Miami”.
En este marco, la jefa de Estado advirtió a los dirigentes gremiales que no va a ceder ante sus reclamos. ”Los argentinos tenemos que tener la libertad de elegir qué queremos hacer”, dijo. ”Mientras sea jefa de Estado, no se someterá “a la extorsión y a la amenaza”, añadió.
“Me la voy a bancar, a mí no me corre nadie con patoteadas, amenazas o matones“, subrayó, al tiempo que consideró que “estos no son los dirigentes que querían Perón y Eva”.
Como en otros discursos, recordó que en la constitución peronista del ’49 “no estaba al derecho a huelga”. “A mí me parece que era demasiado. Yo estoy de acuerdo con el derecho de huelga. Pero no con el corte, el bloqueo, la amenaza y la presión“, sentenció.
Por otra parte, la mandataria se refirió a los trabajadores que quisieron asistir a sus puestos pero que no pudieron llegar debido a los piquetes. ”Yo quiero saber si a aquellos informales se lo van a pagar”, se preguntó.
Y en un balance del impacto de la huelga consideró que estuvo “circunscripta a unos pocos gremios de servicios y en la Capital Federal”. ”En el resto del país trabajaron porque la gente quiere laburar, y cuidar su fuente de trabajo, es lo que debemos hacer todos”, dijo.
“Yo quiero mucha libertad”, resumió la mandataria, al tiempo que añadió que se someterá siempre “al juicio de la historia”.
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