La Opinión – 30-07-2012 La escalada de los precios de la soja en Chicago, superando los 650 dólares por tonelada, trae al mercado argentino una realidad promisoria para los productores, sin embargo ese precio global no llega completo a la producción nacional. Además de las retenciones del 35 por ciento que rigen para la oleaginosa, [...]
La Opinión – 30-07-2012 La escalada de los precios de la soja en Chicago, superando los 650 dólares por tonelada, trae al mercado argentino una realidad promisoria para los productores, sin embargo ese precio global no llega completo a la producción nacional.
Además de las retenciones del 35 por ciento que rigen para la oleaginosa, se debe tener en cuenta el retraso cambiario de la moneda estadounidense en el país, con lo cual el precio real que sería percibido en billetes verdes se estimaría en el 42 por ciento del precio internacional de la soja, en total.
Más allá de esto, es bueno tomar un análisis de la Bolsa de Comercio de Santa Fe que blanquea el destino del dinero que produce una hectárea de soja, donde la presión impositiva es la mayor erogación.
Tomando un campo promedio con un rinde de 30 quintales por hectárea, a un precio U$S FOB de u$s 644,31 por tonelada, existe un gasto de Ingresos Brutos que el productor paga por hectárea de U$S 1.932.
Además de eso cada hectárea requiere 216,33 dólares por la unidad mínima de medida del terreno. Se añaden costos directos de U$S/ha 302,00, por la siembra y fumigación; gastos de estructura de U$S/ha 142, como los administrativos, movilidad, conservación de mejoras; también los impuestos varios a razón de U$S/ha 85,80, donde se incluyen la Tasa Vial, Impuesto al Cheque, Bienes Personales, entre otros. La hectárea se calcula que tiene una quita de Derechos de Exportación de U$S/ha 676,53, Ingresos Brutos por U$S/ha 19,33; Sellos y Derechos de Registro U$S/ha 13.53.
Entre tantos números, también está la Tasa GasOil de 5,03 dólares por hectárea, con el Impuesto a las Ganancias por U$S/ha 415.38, concluyéndose con Impuestos Varios de U$S/ha 85,80.
De todo esto, la BCSF concluye que en cada hectárea de soja producida, sobre el cálculo del precio máximo de la cotización, quedan sólo 57 dólares para el productor de manera neta, mientras que son 1.215,59 dólares los que quedan en las arcas de los estados, tanto nacional, provincial, como locales.
Es así que sembrando 1.500 hectáreas de soja, al productor le corresponden 86 mil dólares (en un cálculo de 393.000 pesos), en tanto, son los estados los que recaudan 1.893.000 dólares, traducidos en 8.300.000 pesos, lo cual representa una presión fiscal del 62,27 por ciento.
Además de las retenciones del 35 por ciento que rigen para la oleaginosa, se debe tener en cuenta el retraso cambiario de la moneda estadounidense en el país, con lo cual el precio real que sería percibido en billetes verdes se estimaría en el 42 por ciento del precio internacional de la soja, en total.
Más allá de esto, es bueno tomar un análisis de la Bolsa de Comercio de Santa Fe que blanquea el destino del dinero que produce una hectárea de soja, donde la presión impositiva es la mayor erogación.
Tomando un campo promedio con un rinde de 30 quintales por hectárea, a un precio U$S FOB de u$s 644,31 por tonelada, existe un gasto de Ingresos Brutos que el productor paga por hectárea de U$S 1.932.
Además de eso cada hectárea requiere 216,33 dólares por la unidad mínima de medida del terreno. Se añaden costos directos de U$S/ha 302,00, por la siembra y fumigación; gastos de estructura de U$S/ha 142, como los administrativos, movilidad, conservación de mejoras; también los impuestos varios a razón de U$S/ha 85,80, donde se incluyen la Tasa Vial, Impuesto al Cheque, Bienes Personales, entre otros. La hectárea se calcula que tiene una quita de Derechos de Exportación de U$S/ha 676,53, Ingresos Brutos por U$S/ha 19,33; Sellos y Derechos de Registro U$S/ha 13.53.
Entre tantos números, también está la Tasa GasOil de 5,03 dólares por hectárea, con el Impuesto a las Ganancias por U$S/ha 415.38, concluyéndose con Impuestos Varios de U$S/ha 85,80.
De todo esto, la BCSF concluye que en cada hectárea de soja producida, sobre el cálculo del precio máximo de la cotización, quedan sólo 57 dólares para el productor de manera neta, mientras que son 1.215,59 dólares los que quedan en las arcas de los estados, tanto nacional, provincial, como locales.
Es así que sembrando 1.500 hectáreas de soja, al productor le corresponden 86 mil dólares (en un cálculo de 393.000 pesos), en tanto, son los estados los que recaudan 1.893.000 dólares, traducidos en 8.300.000 pesos, lo cual representa una presión fiscal del 62,27 por ciento.
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