En Chaco, la siembra de girasol, que parecía imposible, finalmente se concretará gracias a la humedad que aportan las lluvias que ocurren desde fines de la semana pasada y que en algunos campos ya superaron los cien milímetros.
A decir de Norte, la incógnita ahora es cuánto se sembrará y qué disponibilidad de semilla existe en el mercado como para cubrir las hectáreas proyectadas.
El aporte sorpresivo de humedad en un agosto que parecía iba a rematar el momento de agonía del mediano chacarero tradicional del Chaco, reavivó la expectativa de las 300 mil hectáreas de girasol. Así, las lluvias que llegaron antes de que finalice el período ideal de siembra de la oleaginosa, que se inicia en agosto y finaliza promediando septiembre, permitirá que el productor se decida por la oleaginosa.
“La situación de los que perdimos la cosecha de granos pasada se podía agravar aún más sin la posibilidad de sembrar girasol, porque este cultivo es la única opción que tenemos para lograr un ingreso económico en un tiempo relativamente corto”, dijo Ernesto Iván, productor de mediana escala del departamento O’Higgins.
Sin trigo en los campos por la falta de humedad al momento de la siembra de la gramínea, y por la mala experiencia de los productores en las dos pasadas campañas en las que terminaron malvendiendo el grano, lo que queda ahora es el girasol, el algodón o la soja primavera. Y todo está preparándose, comercios y cooperativas incluidas, para que la oleaginosa siga sumando más hectáreas a las ochenta mil que se habían sembrado en la provincia antes de las lluvias generales que se iniciaron el pasado viernes y tienen continuidad en esta nueva semana.
En el inicio de la semana comercial, después del feriado y los bien recibidos aguaceros, la incógnita ahora es si el mercado tendrá disponibilidad de semillas para sembrar las más trescientas mil hectáreas que se proyectaban al comienzo del año agrícola.
La consulta de Norte a los comercios proveedores de insumos agrícolas encontró como respuesta coincidente que “en lo inmediato hay existencia de semilla de girasol para clientes que hicieron la reserva, no hay excedente de disponibilidad”.
Cabe mencionar que el problema de la escasez de simiente es por los inconvenientes que varios semilleros tuvieron el año pasado en los lugares donde realizan la reproducción de los materiales, ya que las condiciones climáticas también les fueron adversas y, en consecuencia, no sobra semilla en el mercado.
Por otra parte, los comercios manifestaron su preocupación ante la falta de prometrina, acetoclor y flurocloridona. Los productos son herbicidas residuales para girasol “y es difícil conseguirlos por los inconvenientes que existen para importar”.
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