La Asociación de Productores Porcinos aseguró que la importación de carne de cerdo aumentó 14,2 % en el primer semestre del año y puso en alerta nuevamente a los productores locales, que advirtieron sobre el cierre de granjas pequeñas ante la imposibilidad de competir en igualdad de condiciones con otros países como Brasil, desde donde ingresa la mayor cantidad de carne.
Precisamente, un relevamiento de la entidad precisó que en los primeros seis meses de 2018 ingresaron al país 19.490 toneladas de carne de cerdo, duplicando el volumen de compra respecto del año anterior.
Carlos Ingino, santafesino integrante de la comisión directiva de la entidad, reconoció en declaraciones a LT 10 que “el panorama está muy complicado”, porque “gran parte de las importaciones son provenientes de Brasil. Desde allí entran muchos cortes congelados; por ejemplo la bondiola, que equivale al 50 % de todo lo que se está vendiendo en Argentina”, destacó.
El empresario local explicó que esta situación impacta directamente en la producción primaria y la industria argentina, y vaticinó una desaceleración pronunciada del crecimiento de la producción. “Muchas granjas pequeñas ya están cerrando y con la falta de maíz van a cerrar muchas más”, alertó.
Ante una consulta, Ingino sostuvo que en Brasil se utiliza un anabólico prohibido en nuestro país. “Eso le otorga a los productores brasileños un 15 % más de rentabilidad. Y esa mercadería está entrando y a nosotros no nos dejan producir con eso, es una competencia desleal”, subrayó.
Sumó a ello la existencia de grandes empresas en el vecino país, capaces de realizar todo el proceso de producción y faenamiento. “En cambio, en Argentina, hay muchos eslabones, lo cual encarece aún más la actividad, sumado a la falta de acceso al crédito. Estos obstáculos y diferencias nos hacen menos competitivos”, concluyó.
En este contexto, el Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de Fundación Mediterránea advirtió, en un estudio reciente, que los márgenes de la cría porcina intensiva se han deteriorado sensiblemente en lo que va de 2018, sin piso hasta junio, último mes que cubre el informe. “Sucede que los costos se han movido mucho más rápido que los ingresos. Por caso, los primeros subieron más del 60 % en el período junio 2017-junio 2018, mientras que los segundos sólo el 21 %”, detallan.
En junio 2018 la granja de 250 madres y eficiencia baja que se usa de referencia muestra un margen neto (ingresos descontados todos los costos) de -$ 6,8 por kilo producido si se considera la localización sur de Córdoba (Malena) y de -$ 8,3 si el emplazamiento es Rosario. Incluso sin imputar amortizaciones esta tipología de granjas pierde recursos (-$ 2,1/kilo y -$ 3,6/kilo, respectivamente).
Los establecimientos de mayor escala y eficiencia, y alejados de la zona Rosario, mantuvieron sus márgenes en terreno positivo hasta mayo, pero ya no así en junio. La granja de 500 madres y alta eficiencia ubicada en Malena tuvo margen de {cuerpo},0 por kilo en junio de 2018 (+$ 3,2 si no se descuentan amortizaciones). Y la misma tipología de granja pero emplazada en Rosario perdió dinero, con un margen neto de -$ 1,3 por kilo producido (+$ 1,9 si no repone capital depreciado).
La crisis actual estaría siendo ya más profunda que la del 2016. En el primer semestre de 2016 la granja de menor escala y baja productividad del sur de Córdoba acumuló 5 meses consecutivos de márgenes negativos, una cantidad de meses similar a la que ya lleva este año; en junio de ese año el margen neto, medido a precios de hoy, era de -$ 5,3 por kilo, una pérdida un 20 % menor a la que muestra junio de este año ($ -6,8 por kilo). En el caso de la granja de mayor escala y alta productividad, a mediados de 2016 el margen neto era levemente positivo ($ 0,9), mientras que este año se ubica en $ 0.
Un elemento que agrava el escenario, y que no está contemplado en los cálculos anteriores, es la reducción de la alícuota de IVA del 21 % al 10,5 % en la venta de productos vinculados a la cadena (capón, cortes de carne), efectivizada en el mes de febrero de 2018, que está generando importantes saldos a favor del productor (adelantos de impuestos).
En junio de 2018 los 16 casos que se monitorean (diferentes granjas, localizaciones, formas de aprovisionamiento del alimento) se encuentran con saldos negativos de IVA (a favor del productor) en su operatoria habitual, con valores que van desde -$ 0,12 por kilo producido en la situación más favorable (Granja de 500 madres y eficiencia alta que dispone del maíz y elabora expeller de soja a fasón y se encuentra alejada del puerto) y hasta los -$ 1,96 por kilo en el caso más desfavorable (Granja de 250 madres y eficiencia baja radicada en Rosario que adquiere maíz y expeller de soja en el mercado).
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