A partir del lunes vence la prórroga dispuesta por el Gobierno nacional que permite a las hembras bovinas ingresar a faena con un peso mínimo de 270 kilos vivo.
Con la extinción de la resolución 66/2018 del Ministerio de Agroindustria, y mientras no exista una prórroga de su contenido, el peso mínimo de faena volverá a ser de 300 kilos.
La medida que había sido dispuesta por 90 días, debido al impacto de la sequía, reducía el peso de las hembras de 165 kilos a 143 kilos res al gancho.
Alerta y recomendación
Con el vencimiento de ese beneficio, desde algunos sectores de la cadena de ganados y carnes se alerta a los productores a no enviar hembras por debajo de ese peso. “Si a partir del lunes los controladores electrónicos de faena detectan una res por debajo de los 165 kilos, los frigoríficos deberán hacer una caución de 10.116 pesos”, explicaron.
Si bien el depósito lo debe hacer el establecimiento de faena, su costo se terminará trasladando al productor, aseguran en la cadena.
¿Otra prórroga?
La recomendación para los productores es que se aseguren el envío de tropas de hembras a faena por encima de los 300 kilos vivos.
Sin embargo, desde algunos sectores de la producción admiten que por la dieta que se les estaba suministrando a las hembras en terminación, esa suma de kilos adicionales generaría un castigo en el precio por parte del matarife.
Consideran que mantener la diferenciación entre el peso mínimo de faena para las hembras (en 270 kilos) y los machos (300 kilos) sería lo más adecuado.
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