El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), a través de la Dirección General de Servicios Agrícolas (DGSA), postergó transitoriamente la puesta en marcha del Sistema de Monitoreo Satelital de Aplicaciones de Productos Fitosanitarios previsto para este 1º de junio.
La medida fue adoptada en virtud de que al momento hay solo un equipo homologado por el Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU). La necesidad de generar competencia entre empresas para beneficio de los productores hizo que se tomara esta medida en forma transitoria.
Desde el 1º de junio se debía instalar un dispositivo de georreferenciación en todo equipo autopropulsado, ya sea de empresas aplicadoras o de uso propio. Dicho aplazamiento fortalece aún más el concepto de la producción sostenible, con cuidado ambiental y de la salud humana.
Por otro lado, el MGAP exhortó a los productores y empresas aplicadoras a cumplir con la normativa vigente y respetar las distancias a centros poblados, cursos de agua y centros educativos.
El presidente de la Cámara Uruguaya de Servicios Agropecuarios (CUSA), Luis Graña, explicó a EL TELEGRAFO que “se aplazó el período de control que se realizaría desde el MGAP. Nosotros habíamos solicitado que se aplazara por un año, pero desde el ministerio nos indicaron que eso era inviable”.
“Nosotros planteamos porque había tan pocas empresas que podían proveer el servicio de equipamiento”, indicó el titular de la gremial, quien añadió que “hubo empresas que se anotaron a último momento y estaban haciendo el trámite de homologación”.
Graña resaltó que las empresas deben invertir “de arranque U$S 500 por equipo instalado en cada máquina fumigadora y otra cifra similar en carácter de pago anual. Esta situación genera preocupación entre los prestadores de servicios al agro porque aseguran que genera mayores costos a una actividad que se maneja con números muy ajustados.
“En un régimen de actividad que tenemos muy acotado y de números muy justos, si le seguimos agregando costos, el trabajo que hacemos se convierte en inviable”, afirmaron. A partir de esto, CUSA “pidió que se pudiera hacer con las empresas que nosotros tenemos alguna relación comercial, las cuales se están presentando y va a llevar su tiempo”.
Para Graña, lo más justo es que “aquel que va a recibir el beneficio del servicio que lo pague o, por lo menos, que colabore, porque nosotros tenemos que pagar un equipo y el beneficio es para el MGAP y no para nosotros”.
Otro aspecto en el que hizo hincapié CUSA fue en solicitar ayuda al MGAP para financiar el equipamiento de geolocalización que será instalado en las máquinas que realicen aplicaciones de agroquímicos, que serán monitoreadas en forma satelital por el MGAP.
Y agregó que el planteo se efectuó al director de los Servicios Agrícolas (DGSA), Federico Montes, en una reunión mantenida en la sede de CUSA en Mercedes.
Si bien la respuesta oficial fue en principio poco alentadora porque no existen recursos en el MGAP con ese destino, se estudiará la situación en procura de una solución a este problema.
Este nuevo requisito le permite a los servicios oficiales un control en línea de las aplicaciones de agroquímicos, pero provoca un mayor costo a las empresas, explicó Graña.
La medida fue adoptada en virtud de que al momento hay solo un equipo homologado por el Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU). La necesidad de generar competencia entre empresas para beneficio de los productores hizo que se tomara esta medida en forma transitoria.
Desde el 1º de junio se debía instalar un dispositivo de georreferenciación en todo equipo autopropulsado, ya sea de empresas aplicadoras o de uso propio. Dicho aplazamiento fortalece aún más el concepto de la producción sostenible, con cuidado ambiental y de la salud humana.
Por otro lado, el MGAP exhortó a los productores y empresas aplicadoras a cumplir con la normativa vigente y respetar las distancias a centros poblados, cursos de agua y centros educativos.
El presidente de la Cámara Uruguaya de Servicios Agropecuarios (CUSA), Luis Graña, explicó a EL TELEGRAFO que “se aplazó el período de control que se realizaría desde el MGAP. Nosotros habíamos solicitado que se aplazara por un año, pero desde el ministerio nos indicaron que eso era inviable”.
“Nosotros planteamos porque había tan pocas empresas que podían proveer el servicio de equipamiento”, indicó el titular de la gremial, quien añadió que “hubo empresas que se anotaron a último momento y estaban haciendo el trámite de homologación”.
Graña resaltó que las empresas deben invertir “de arranque U$S 500 por equipo instalado en cada máquina fumigadora y otra cifra similar en carácter de pago anual. Esta situación genera preocupación entre los prestadores de servicios al agro porque aseguran que genera mayores costos a una actividad que se maneja con números muy ajustados.
“En un régimen de actividad que tenemos muy acotado y de números muy justos, si le seguimos agregando costos, el trabajo que hacemos se convierte en inviable”, afirmaron. A partir de esto, CUSA “pidió que se pudiera hacer con las empresas que nosotros tenemos alguna relación comercial, las cuales se están presentando y va a llevar su tiempo”.
Para Graña, lo más justo es que “aquel que va a recibir el beneficio del servicio que lo pague o, por lo menos, que colabore, porque nosotros tenemos que pagar un equipo y el beneficio es para el MGAP y no para nosotros”.
Otro aspecto en el que hizo hincapié CUSA fue en solicitar ayuda al MGAP para financiar el equipamiento de geolocalización que será instalado en las máquinas que realicen aplicaciones de agroquímicos, que serán monitoreadas en forma satelital por el MGAP.
Y agregó que el planteo se efectuó al director de los Servicios Agrícolas (DGSA), Federico Montes, en una reunión mantenida en la sede de CUSA en Mercedes.
Si bien la respuesta oficial fue en principio poco alentadora porque no existen recursos en el MGAP con ese destino, se estudiará la situación en procura de una solución a este problema.
Este nuevo requisito le permite a los servicios oficiales un control en línea de las aplicaciones de agroquímicos, pero provoca un mayor costo a las empresas, explicó Graña.
EN CONTACTO
Agregó que acordaron seguir en contacto con el MGAP, que buscará una forma de colaborar en el financiamiento de los equipos, así como también para revalidar las disposiciones sobre las distancias de áreas bajo fumigación y las zonas que deben preservarse, como escuelas o centros poblados, por ejemplo.
Según las nuevas disposiciones del MGAP, luego de instalado el equipo GPS en las máquinas, el seguimiento es efectuado en forma satelital por los servicios oficiales en tiempo real. Antes de una aplicación, se debe presentar una declaración referida a las dosis y productos que se utilizarán.
“Esta es la forma aconsejable de comunicar el procedimiento. Pero si existen problemas de comunicación (Internet, por ejemplo), se puede informar posteriormente”, dijo el titular de CUSA.-
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