La nueva temporada del ajo chino está a punto de empezar de nuevo. En junio, se enviarán los primeros contenedores a Europa. Después de una temporada anterior rara, las perspectivas ahora son muy diferentes. “Después de los altísimos precios del año pasado -todo lo que se quedó en el almacén se volvió más caro- el cultivo se expandió un 30 por ciento y, además, las condiciones meteorológicas también han sido buenas. Los chinos han plantado ajo hasta entre los ladrillos del suelo”, bromea Jan van der Ben, de la empresa Sevenhuijsen.
“Esto hace que los precios sean más bajos. La nueva cosecha se está ofreciendo ahora a un tercio de los precios de la antigua cosecha. Los precios de la antigua cosecha ahora están entre 28 y 30 euros por una caja de 10 kilogramos, dependiendo del tamaño y del empaquetado, mientras que la nueva cosecha se está vendiendo a 10 euros”, dice Jan. “Creo que los precios caerán incluso más en algún momento, después de todo, un 30 por ciento de expansión es bastante. Por eso nos estamos asegurando de no empezar con el ajo muy pronto”.
“En conjunto, nos enfrentamos a otro reto de la temporada. Nunca sabes cómo terminará. Los chinos son unos muy buenos jugadores. El año pasado, esto llevó a precios de 80.000 a 100.000 dólares por contenedor; fue ridículo”, continúa Jan. Aun así, en el fondo, él prefiere que se repita lo del año pasado. “Un chino siempre está dispuesto a enviar un contenedor de 15.000 euros, siempre que se pague parte por adelantado, por ejemplo, pero con precios como los del año pasado, se hace imposible financiar estas oportunidades de importador y hay mucha menos competición en el mercado”.
La empresa comercial G. Sevenhuijsen VOF -a principios de año se le concedió a la empresa una Orden Real- exporta ajo principalmente al Caribe. “Suministramos a los clientes que pueden pedir contenedores enteros de ajo directamente desde China. Otra parte, se trae primero a Holanda”, concluye Jan.
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