En su segunda conversación a manera de resistencia, el presidente Michel Temer (PMDB) usó la estrategia de descalificar al adversario para defenderse. Abrió su discurso apuntando fraude en la grabación de su conversación con el dueño de JBS, Joesley Batista. Según la pericia encomendada por el diario Folha de S. Paulo.
El presidente también anunció que está gestionando una petición ante el Supremo Tribunal Federal para suspender la investigación abierta para investigarlo por el fiscal general de la República, Rodrigo Janot.
“La pericia constató que hubo edición en el audio de mi conversación con el señor Joesley Batista, esa grabación clandestina fue manipulada y adulterada con objetivos nítidamente subterráneos, fue incluida en la investigación sin la debida y adecuada averiguación”, afirmó.
Después, Temer acusa a Joesley de haber creado la crisis y aprovecharse de ella, al lucrar millones de dólares con movimiento especulativo sobre el cambio. “Las personas fueron llevadas al engaño inducido y trajeron graves crisis”, advirtió, ponderando que el autor del clip está suelto y se trasladó a Nueva York.
Temer recuerda que Brasil ya había salido de la “grave crisis”, pero ahora vive “días de incertidumbre”. Y, sin embargo, dice que Joesley no pasó un día en la cárcel, no fue arrestado ni juzgado y “por la forma, ni será castigado”.
El presidente apunta que gracias a esa crisis, Joesley especuló sobre la moneda nacional, ya que la noticia fue filtrada por gente ligada a su empresa. “Joesley sabía que eso provocaría caos en el cambio”, dijo.
El presidente dijo que Joesley, sabiendo que la divulgación de la grabación afectaría a la Bolsa de Valores, vendió antes acciones del grupo JBS y ganó millones de dólares en menos de 24 horas. Joesley, dice el pemedebista, “perjudicó a Brasil, engañó a los brasileños y ahora vive en Estados Unidos”.
Según Temer, el testimonio de Joesley es incoherente con la conversación grabada, porque en los gobiernos anteriores tuvo préstamos multimillonarios en el BNDES, y sin embargo, en el audio, reclama ahora la actuación de la presidenta del BNDES, Maria Silvia Bastos Marques, del ministro de Hacienda, Henrique Meirelles, y del órgano de competencia, el Cade.
Temer afirma que las quejas de Joesley demuestran que está insatisfecho, porque María Silvia, al mando del BNDES, y Pedro Parente al frente de Petrobras hanterminado con prácticas antiguas en el país.
“Él estaba insatisfecho con mi gobierno, esa es una prueba cabal de que mi gobierno no estaba abierto a él, el gobierno no atendió a sus pedidos”, dice Temer.
“Hacían lo que querían”
Temer fue enfático al afirmar que continuará al frente del cargo: “Recuperamos el PIB, acabamos con la recesión, derribamos los intereses, estamos generando empleos, estamos completando reformas para modernizar el Estado, mi gobierno tiene rumbo”, afirmó. “Intentan dañar la reputación moral del presidente, intentan invalidar nuestro país, pero Brasil no saldrá de los carriles, seguiré al frente del gobierno”, dijo.
Temer afirmó que quieren sacarlo del gobierno porque desean “volver al tiempo en que hacían lo que querían”. Según el presidente, “rompieron Brasil y se quedaron ricos”.
La prueba, según el pemedebista, es que en el audio grabado el delator Joesley Batista relata dificultades para obtener beneficios del gobierno “.
Temer también apuntó discrepancias en los testimonios de los ejecutivos de JBS a la Fiscalía de la República.
El presidente justificó el hecho de haber recibido a Joesley alrededor de las 11 de la noche en su residencia, el Palacio de Jaburu. Dijo que trabaja hasta tarde de la noche, rutinariamente, y recibe personas de todos los segmentos de la sociedad tanto en el Planalto y en el Jaburu y en el Palacio del Alvorada. “No hay nada demasiado en eso”, afirmó.
Según Temer, “no hay crimen en escuchar quejas y deshacerme del interlocutor, indicando otra persona para oírlas”. En este momento, el presidente hace alusión al fragmento del audio en el que recomienda que Joesley hable con el diputado Rodrigo Rocha Loures (PMDB-PR), su aliado y ex asesor especial, con gabinete en el tercer piso del Planalto.
En el marco de la delación de la JBS, Rocha Loures fue filmado recibiendo una maleta con 500 mil reales. Según la Policía Federal Brasileña, el dinero es de origen criminal.
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